Los Enderica son los amos de Imbabura
Su esfuerzo fue evidente en los últimos 15 metros del cruce al lago San Pablo, el último domingo en Otavalo (Imbabura). El desgaste físico de Iván Enderica, para compensar la ventaja que llevaban sus primos (Santiago y Esteban) por una largada inesperada (el muelle se hundió generando un adelantamiento de la salida), de a poco se reflejaba en el ritmo de sus brazadas.
Tras cruzar por quinta vez la meta en primer lugar, el azuayo confesó que tuvo miedo de perder la presea dorada de la quincuagésima edición. “Realmente ya no podía más y vi que Santiago iba adelante, pero hice un esfuerzo inmenso para ganar y lo logré, por eso estoy muy feliz”, refirió el nadador de 19 años, que venció apenas con dos segundos de diferencia a su primo Santiago.
En esa prueba además participó su hermano Gabriel, quien retornó a los entrenamientos hace 3 meses y terminó en octavo lugar.
Iván está dedicado por completo a la tarea acuática. Por eso, incluso sus estudios universitarios quedaron postergados desde hace dos años, aunque su afición por la arquitectura se mantiene inalterable.
De momento son cerca de 6 horas las que transcurre en la piscina de su natal Cuenca. Solo descansa para compartir en casa las tres comidas diarias. Gracias al respaldo de su familia y el apoyo económico de las empresas privadas de su ciudad, puede dedicarse por entero a mejorar sus tiempos y buscar su clasificación a los Juegos Olímpicos de Londres del año entrante.
La prueba definitiva será en el mundial de Lisboa (Portugal) en julio próximo. Debe ubicarse entre los 15 primeros para lograr su meta. “Deseo representar a Ecuador en esa cita olímpica y creo que estoy en buen camino”.
En su mente está fija esa idea y también la plasmó en su indumentaria deportiva. En el espaldar de su buzo azul está su foto con la leyenda “Rumbo a Londres 2012”. Esa la exhibió mientras realizó los ejercicios de calentamiento en el arco de entrada al parque acuático en Araque.
Además confesó que en los pocos momentos de esparcimiento que tiene, prefiere ver películas. Con regularidad acude al cine para observar los últimos estrenos del séptimo arte, aunque no tiene preferencia por ningún género.
Pese a sus triunfos, es un joven sencillo y carismático. Conversa y accede sin poses a los pedidos de sus colegas. “Iván es el referente indiscutible de la natación actual y es un muchacho muy lindo”, refirió Katia Barros, ganadora de la travesía. Enderica repartió abrazos, fotografías y besos a los moradores imbabureños que acudieron a respaldarlo.