Cien extintores  dispersos en todas las localidades y 150 bengalas marinas rojo y blancas recibirán hoy  a Liga de Quito en el estadio de Ponciano, en el cotejo  de ida de la final Sudamericana  ante Universidad de Chile.

A las hinchadas emblemáticas del cuadro de la Universidad Central, Dinosaurios y Muerte Blanca, las acompañará la bandera blanca gigante de 4.200 metros cuadrados, sobre la cual reza el cántico: “En el tiempo, en el espacio, tu nombre sonará”. Esta se desplegará durante todo el cotejo.

El ritmo lo pondrán los 30 bombos, 17 redobles, 18 zurdos (especie de tambores), 30 trompetas y 6 repiques que se ubicarán en las generales norte y sur. Todos los instrumentos fueron adquiridos en Argentina y se guardan bajo candado en una de las bodegas del estadio.

A eso se sumarán 5 mil rollos de calculadora  y un número similar de globos, con los que recibirán al finalista ecuatoriano del torneo. Todos los preparativos se cumplieron apenas se conoció la clasificación de LDU. Cada uno de los 700 integrantes de la barra de los Dinosaurios tiene una misión que cumplir.

Algunos llevarán en sus vehículos  los extintores que recargaron a un valor individual de 7 dólares. El costo total de los artículos que se presentarán y la movilización que requieren  bordea los 4.500 dólares que los financian con aportes personales y de instituciones. Además, recaudan fondos con la venta de pulseras que ellos fabrican y las expenden entre los aficionados que van al estadio.

Todos los miembros de la hinchada se reunirán tres  horas antes del partido programado para las 19:15, en las inmediaciones del escenario de Ponciano y ahí definirán la estrategia de entrega de los implementos a usarse en todo el escenario deportivo.

Habrá también un marco de banderolas que dibujará todo el contorno interno del estadio. Adicionalmente, todos los asistentes tienen la consigna de llevar papel picado para pintar literalmente de blanco el estadio de la primera final.

Desde hoy, el cuadro de Liga de Quito se transportará en su nuevo vehículo. Ayer bajo la conducción del técnico Edgardo Bauza arribó al parqueadero de Casa Blanca el nuevo bus que los trasladará vía terrestre.

Ahí el estratega reflejó que no solo sabe manejar deportivamente a la institución, sino que también domina el volante. Sonriente y entusiasmado lució el argentino que olvidó por un momento las dificultades que tiene para conformar el once inicial por la serie de lesiones de sus pupilos.

El último problema fue el golpe que sufrió en el músculo de la pierna derecha el defensa zurdo Diego Calderón, a quien  descartó  la tarde de ayer. En su lugar actuaría Giovanny Caicedo.

El nuevo automotor fue fabricado con tecnología japonesa y tiene   capacidad para transportar a 34 pasajeros de manera cómoda y segura. Los asientos son reclinables (tipo cama) para un mayor descanso de los jugadores, que además tendrán un sistema de audio individual.

El bus lleva impreso en dorado las cuatro coronas internacionales que hasta el momento ha conseguido la institución. “Tiene el suficiente espacio para pintar más títulos”, refirió Esteban Paz, presidente de la comisión ejecutiva de LDU.

Patricio  Urrutia fue el único jugador que asistió a la ceremonia y conoció interiormente el automotor, incluso posó para las cámaras. El autobús que antes transportaba al primer plantel ahora será de uso exclusivo de las divisiones menores y del cuadro de reserva.