Los Arteaga celebraron todos en una bicicleta
Marlon Arteaga paralizó el tráfico vehicular de la Av. 9 de Octubre y Tungurahua, a las 19:30, con una singular bicicleta con capacidad para cinco personas.
Arteaga llegó pedaleando junto con sus tres hijos y una sobrina desde la calle Esmeraldas hasta la plaza Rodolfo Baquerizo Nazur, lugar donde el jueves pasado se reunieron alrededor de 300 ciclistas para celebrar el Día Mundial de la Bicicleta.
Detrás de Arteaga seguía su hijo mayor, Jurgen, de 15 años; Natalia (14), Sebastián (9), Bárbara González (sobrina) y su último hijo, Max, de 2 años. “Ahí llegaron los Arteaga, ahora sí empecemos el recorrido”, dijo uno de los participantes cuando vio llegar a la numerosa familia.
El mayor de los Arteaga manifestó que siempre trata de acudir con sus hijos a todos los eventos ciclísticos que hay en la ciudad en la singular bicicleta. “Nos gusta mucho pedalear. Por lo general, los domingos salimos a pasear en nuestro transporte familiar”, dijo refiriéndose al vehículo.
Arteaga comentó que tanto él como sus hijos ya están acostumbrados a que, cuando van por la calle, las personas que conducen autos les tomen fotos o les digan algo. “El otro día un taxista me gritó: ‘Oye tacaño, compra un auto’. Otras personas nos piden parar para tomarse una foto con la bicicleta”, expresó y soltó una carcajada.
Asimismo, Arteaga manifestó que la “bici” la construyó él mismo. “A mí siempre me ha gustado salir a recorrer la ciudad en este medio y mis hijos lloraban porque no los podía llevar a todos, así que un día se me ocurrió adaptarle a la mía cuatro bicicletas más”.
Antes de iniciar el recorrido, los participantes ultimaban los detalles de sus “bicis”. Les revisaban las llantas, las cadenas y los frenos.
Ciclistas vestidos con la indumentaria de un profesional, o simplemente con una camiseta, pantaloneta y zapatos deportivos, acudieron a la celebración.
Bicicletas de todas las marcas, colores y costos se observaron en el recorrido que duró aproximadamente dos horas. Leonardo López, de 23 años, llegó a la convocatoria en una BMX algo despintada y oxidada.
Comparada con otras, López afirmó que la condición de la suya no le incomodaba. “Esta bicicleta es como los autos antiguos. Esta es una BMX clásica del 89”.
El estudiante de la Espol contó que la suya se la compró su padre cuando recién nació. “Mi madre me dijo que yo tenía un mes de vida y mi papá adquirió esta porque decía que yo iba a transformarme en un renombrado ciclista”.
Pese a que no se convirtió en un deportista profesional, López aseguró que con su BMX recorre toda la ciudad, incluso acude al campus de la Espol en ella.
“Este es mi vehículo. Muchos de mis amigos llegan en sus autos a la universidad, mientras que yo lo hago en una bicicleta. Lo bueno de andar en una de estas es que no me tengo que preocupar por pagar el parqueo o asegurarla”.
Alrededor de las 20:00, Diana Patiño, una de las organizadoras del recorrido, mediante un megáfono indicaba que todos se alistaran para salir. Los ciclistas abrocharon sus cascos, tomaron el último sorbo de agua y se “lanzaron” al asfalto.
Durante el trayecto, los participantes gritaban: “Viva el Día Mundial de la Bicicleta”, mientras los transeúntes aprovechaban para fotografiar a la masa.
Los ciclistas recorrieron la Av. 9 de Octubre hasta el malecón, luego atravesaron el túnel, pasaron por las Avs. Víctor Emilio Estrada, Plaza Dañín, Fco. de Orellana, Guillermo Rolando Pareja y finalizaron en el mismo punto de partida.