Mejorar la campaña del 2010, que los ubicó como novenos,  fue el objetivo de Espoli al inicio del presente torneo, incluso se pensó en acceder a un certamen internacional.

Sin embargo, la directiva y el entrenador Carlos Calderón ratificado del año anterior, sabían que la conformación del plantel no era la ideal, pero debían acoplarse a un presupuesto que giró alrededor de 1’500 mil dólares. Financiados por derechos de televisión y auspiciantes.

Por eso el  DT en enero dijo: “No vamos a tener jugadores desequilibrantes que nos resuelvan un partido, lo nuestro va a ser más colectivo y  creo que tenemos cierta ventaja ya que la mayoría conoce mi trabajo”.

Pero su filosofía apenas duró 4 fechas, al término de las cuales abandonó el plantel. Llegó entonces el uruguayo Santiago Ostolaza y con una renovación de jugadores nacionales y extranjeros continuó con un camino ausente de resultados positivos.

En agosto se cambió por tercera vez de entrenador. Eduardo Granda asumió el reto, pero la situación fue complicada y al final no tuvo otro desenlace que el descenso a tres fechas del final del torneo.

“Hicimos todo lo posible, los jugadores se entregaron, pero falto experiencia en todas las líneas”, indicó Granda, que será ratificado para el 2011. En diciembre se sabrá qué jugadores continúan en la sede de  Santo Domingo de los Tsáchilas.