La emoción de clasificar  por tercera vez consecutiva a semifinales de la Copa Sudamericana aún está latente  entre los jugadores de Liga de Quito, que ayer volaron directamente de Asunción (Paraguay) hasta el puerto mantense y  mañana (13:00)  enfrentarán al cuadro “atunero”  por el torneo local.

Sin embargo, reconocen que el próximo rival, Vélez Sarsfield, será aún más complicado. El “Fortín”, como se apoda al adversario, llega con una gran ventaja numérica sobre los “universitarios”. En seis partidos desarrollados entre ambos elencos, tres los ha ganado Vélez (dos como visitante y el restante de local).

Solo en uno venció el actual monarca ecuatoriano (2009). Los otros dos fueron empates en suelo “albiceleste”. Cuatro encuentros han sido por Copa Libertadores y tan solo dos por la Sudamericana.  “Vélez es el único equipo argentino que nos ha ganado en nuestra cancha y lo ha hecho con gran solvencia. Ahora es la oportunidad para la revancha y ojalá lleguemos a la final”, sostuvo Rodrigo Paz, presidente vitalicio de LDU.

La última versión de los duelos entre ambos elencos ocurrió entre abril y mayo de este año, cuando los argentinos derrotaron como locales por 3-0 a los “albos” y de visita los vencieron 2-0, dejándolos en octavos de final de  la Libertadores.

Por eso, el entrenador argentino Ricardo Gareca conoce a la perfección  al rival e incluso, tras conocer que nuevamente enfrentará  a los “azucenas”, mostró felicidad y, contrario a sus coterráneos, no teme a los 2.800 msnm de Quito.

“Nos adaptamos a jugar en la altura y nos gusta. A lo mejor no tengamos la agresividad permanente de otros momentos, pero todavía podemos dañar al rival y cosechar buenos resultados”.

La fortaleza del elenco de Liniers está en el juego ofensivo. Siempre busca el arco rival de local y visitante. Sabe controlar el balón  y en el momento del contragolpe es bastante certero. Su debilidad es la pelota parada, no tiene un jugador que sea preciso en los tiros libres.

En contraposición Liga de Quito, según su propio técnico, Edgardo Bauza,   elevó su rendimiento y sobre todo la actitud dentro de la cancha. Disminuyó el número de lesiones y mejoró la   coordinación entre los distintos bloques. “Aunque hemos llegado ya lejos, aún no hemos conseguido nada. Pero estoy muy orgulloso de lo que han hecho los jugadores”, dijo.

Según el entrenador ecuatoriano Homero Valencia, que dirige actualmente al Macará de Ambato, las fortalezas “albas” están en todos los sectores  de la cancha. “Domínguez tiene más  seguridad y eficacia en su salida. Aprovecha su estatura ( 1,90 m). Además, en la  defensa se maneja muy bien la línea de tres e incluso a veces con cinco son muy efectivos”.

Para Valencia, la debilidad está en la zona medular, porque pese a la experiencia de Ulises De la Cruz y Néicer Reasco a veces no hay una posesión efectiva del balón. “Pero en cambio ejerce mucha presión. Ahí es importante la tarea que cumplen Miler y Luis Bolaños”.

Y en la delantera, reitera el DT “guaytambo”,  la presencia de Hernán Barcos es fundamental. “Anota y también atrae marca y así deja libre el camino para otros compañeros”. Por eso, está convencido   que Liga triunfará el jueves próximo en el duelo de ida (19:15) en la Casa Blanca y definirá en Argentina.