Las huarmis tiñeron de rosa Cuenca
El reloj marcó las 10:00 y, en los alrededores del Parque de la Madre de Cuenca, las cerca de 2.500 mujeres participantes en el Huarmi Runners 5K (huarmi significa fémina en quechua y Runners, corredoras en inglés) se calzaron sus zapatos deportivos y trotaron para celebrar, a todo sudor, su día universal, que se cumplirá este jueves 8 de marzo.
Fue otra de las contiendas que organiza Jefferson Pérez y su empresa JP Sport Marketing, pero ésta fue aún más especial, pues hubo rosas por todos lados (que los organizadores les obsequiaron a las competidoras antes y después de la largada).
Las corredoras lucieron una camiseta blanca con rosado y tenían varios perfiles: féminas de entre 10 a 90 años, madres de familia, abuelas, colegialas, deportistas, amas de casa... todas se juntaron...
De entre los personajes populares de pantalla, Doménica Saporiti y la reportera deportiva Gabriela Pazmiño Yépez integraron -y terminaron- la competencia.
“Qué guapa que estás Doménica, feliz día”, expresó Martín Galán -espectador de la carrera pedestre- a la altura del redondel de la avenida Solano.
El recorrido fue emocionante. En más de cuatro sectores la gente, sobre todo las mujeres, se aglutinaron para alentar a las atletas aplaudiéndolas. “Vamos campeonas”, fue el grito que se escuchó en los alrededores de las calles que formaron parte del recorrido.
Andrea Torres estuvo imparable. La deportista cuencana impuso un ritmo frenético desde el inicio de la contienda para llevarse la victoria al parar el reloj en 16:15.7. La muchacha de 19 años participó en la categoría Enamoradas y comentó que el estado de su corazón coincide con esa descripción.
“Sí, para qué (negarlo), estoy enamorada, ja, ja…”, confesó tímidamente, para luego contar que mantiene una relación sentimental con Pedro Aucay, quien la alienta cada vez que ella compite.
Uno de los momentos más emotivos de la carrera fue cuando llegó a la meta María Lucrecia Quezada (75), madre de Jefferson Pérez. Antes de cruzar la cinta final, “Jeff” se acercó a su progenitora y se tomaron las manos. La señora, a pesar de ser invidente, recorrió los 5 kilómetros a pie apoyada por su sobrina, Cruz Espinoza, y cronometró 58 minutos.
“Yo no doy declaraciones a la prensa, conversen con Jefferson, él les puede ayudar con todo lo que necesiten”, expresó doña Lucrecia, a su llegada.
“Me siento feliz por haberle rendido homenaje a la mujer ecuatoriana… contento también por haber acompañado a mi madre en el último tramo de la competencia”, sentenció el doble medallista olímpico. Escenas de cariño se podían observar en todas partes. “¿Y cómo te fue?”, le preguntó Renán Romero a su esposa Alexandra Muñoz. “Bien, pero estuvo difícil”, comentó exhausta la deportista.
Ella registró un tiempo de 23:45.25 y aunque no obtuvo una posición en el podio, manifestó que se sintió conforme solo con participar en la carrera.
Acotó que en esta oportunidad su marido fue el encargado de cuidar de sus dos hijos -Dayana, de 3 años; y Renán, de 9 meses- mientras ella cumplía con el trayecto.
“Hoy nadie cocina, de aquí nos vamos a almorzar donde la suegra ja, ja...”, reveló una sonriente Alexandra.
Las categorías que estuvieron en acción fueron: Guaguas (10-11 años), Rebeldes (12-15), Enamoradas (16-25), maduras (26-40), Mamis (41-54) y Muñecas (55-99).
El evento se cerró con un show artístico, en el que todas esas categorías simplemente desaparecieron y quedaron las mujeres, de todas las edades y ocupaciones, disfrutando con una sola energía.