Larkin y Logan revelaron sus secretos con la pelota chica
El ex torpedero de los Rojos de Cincinnati, Barry Larkin, estuvo recientemente en Guayaquil impartiendo sus conocimientos de béisbol a los pequeños peloteros de la escuela del Yeyo Úraga.
Larkin, quien llegó al país acompañado por Joseph Logan (actual “coach” de los Rojos), se dio tiempo para cumplir con su agenda. El primer día asistió al Centro Ecuatoriano Norteamericano (CEN), en el que relató sus anécdotas a los estudiantes y a quienes respondió sus inquietudes con ayuda de un traductor.
De entre las interrogantes de los chicos salió una que puso a pensar a los dos para ver quién la respondería. ¿Por qué escogieron esta profesión?, lanzó el español Manuel Herrera. El micrófono lo pidió Logan y acotó: “A mí se me dio porque fue en lo que mejor me desenvolví. Antes había probado con el baloncesto y fútbol americano, pero no me fue bien”.
Al día siguiente la tónica fue distinta para los ex peloteros. Visitaron el estadio Yeyo Úraga para dar clases teóricas y prácticas a cerca de 30 beisbolistas, de entre 10 y 14 años. A las 09:30 se aprestaban a pisar el diamante, cuando de repente cayó un aguacero que los obligó a quedarse en los pasillos del estadio.
Larkin, quien ayudó a los Rojos a ganar la Serie Mundial de 1990, tomó la batuta y fue el que más interactuó con los chicos. Logan, por su parte, hizo de asistente y congenió más con los padres de familia. “Come on (ven)”, le dijo Barry a Rudy Andrade, de 8 años, que no dudó en levantarse y colaborar en una estrategia.
La niña, de pantalón blanco y gorra azul, dejó boquiabierto al ex pelotero al recoger una pelota del piso y lanzarla, como una profesional, a Logan.
“Wow, ¡incredible!”, expresó el DT de los Rojos, quien puso fuerte su brazo izquierdo para detener la pelota que sino la hubiera receptado bien, hubiese impactado en el cuerpo de una madre de familia. “¡Hey lady!, be careful (¡hey dama!, tenga cuidado)”, exclamó Logan.
El ambiente empezó a cambiar con las explicaciones y buen humor de Larkin; los chicos no sabían cómo ir al exterior del estadio y demostrar sus cualidades a los beisbolistas.
“Mamá, ¿por qué no vamos afuera a jugar?”, le preguntó Juan Vásquez, de 8 años, a su progenitora, a lo que ella respondió: “no mi amor, no se puede porque está lloviendo”. “Pero, no importa, ¡así es mejor!”, lanzó el pequeño Juan Sebastián.
Los peloteros en el Yeyo se quedaron con las ganas. Lo contrario sucedió con los chicos del colegio Americano, un día después, que sí pudieron ver en la cancha y en acción a sus ídolos.
Larkin, quien ingresará oficialmente en el Salón de la Fama de Cooperstown (Nueva York) el próximo 22 de junio, tras obtener el 86% de los votos de la Asociación de Cronistas de Béisbol de Estados Unidos, dejó un mensaje a las futuras promesas de este deporte en el país.
“Chicos recuerden que los cazatalentos para los equipos de las Grandes Ligas andan recorriendo el mundo, así que a entrenar duro”, señaló el ex jugador de los Rojos, que bateó de por vida para un promedio de 0.295 con 198 jonrones, 960 carreras remolcadas, 2.340 hits y 379 bases robadas en su trayectoria. Larkin también recordó que los deportistas más exitosos batean el 30% de las veces, es decir que el otro 70% de las ocasiones fallan, así que “chicos, nunca dejen de intentarlo”.
Larkin, desde su retiro del profesionalismo en 2004, ha visitado los países de Colombia, Japón, China, Brasil, Taiwán y Alemania.
De esa manera, concluyó la gira en el país de los “embajadores de Estados Unidos” que son asignados por el Gobierno estadounidense para fomentar la actividad deportiva en el mundo. “Me encantó Ecuador, espero volver algún día”, reveló Larkin.