La “U” de Sampaoli se impone en Casa Blanca
Con rapidez, solvencia y sobre todo fiel a su línea vertical, Universidad de Chile derrotó de visita a Liga de Quito, 1-0, ayer en Casa Blanca, en la primera final de la Sudamericana.
“Soñamos con la posibilidad de hacerle un partido a Liga que nos permita dominarle y ganarle. Gracias a Dios lo conseguimos”, sostuvo el DT visitante Jorge Sampaoli, que así se tomó la revancha contra Edgardo Bauza, quien en la final local del año anterior se llevó el título y relegó al vicecampeonato a Sampaoli, que dirigía a Emelec.
Una enorme “U” blanca pintaron con las bengalas marinas los hinchas de la Muerte Blanca, apenas inició el cotejo, que se mantuvo encendida al menos los primeros 15 minutos, mientras alentaban con cánticos el accionar de los jugadores.
Conforme se apagaba la luz también descendía el entusiasmo de los locales. Solo el papel picado continuaba latente de los casi 10 minutos que duró el recibimiento a LDU, donde el cielo sobre el estadio se pintó totalmente de blanco. Hasta el humo de los cigarrillos ayudó al panorama.
Cada vez los coros de los quiteños disminuían su intensidad en la general sur baja, mientras en el resto del escenario el silencio era total. El frío de la noche pegaba cada vez más en los aficionados que coparon Casa Blanca.
Todo lo contrario sucedía en la mancha azul de la Universidad de Chile. Cerca de 1.200 seguidores se apostaron en la general sur alta. Ellos no dejaron de alentar a su equipo en ningún minuto del encuentro. Incluso superaron en ruido a los dueños de casa.
Con saltos continuos y banderas respaldaron a los chilenos que contagiados con esa efervescencia no se reservaron nada en la cancha y con rápidas jugadas pusieron a temblar a los de la Universidad Central.
Los cigarros no eran suficientes para mitigar la ansiedad en los aficionados, que poniéndose de pie intentaban impulsar desde la tribuna el ingreso del balón en el arco defendido por Jhonny Herrera.
Entonces fue el momento oportuno para beber una cerveza a sorbos, mientras se aguardaba una parte del líquido para el festejo del gol que tanto esperaban.
De pronto, una jugada veloz de los visitantes tomó mal parada a la zaga, Eduardo Vargas se sacó a cuanto hombre se le puso en frente y con un perfecto cruce superó sin inconveniente al espigado Alexander Domínguez, para definir en arco vacío y poner la primera del encuentro a los 42’, para una celebración efusiva del visitante y el silencio absoluto del local. Con eso, Vargas aumentó su ventaja al frente de la tabla de goleadores. Sumó 9 anotaciones y supera en dos a su escolta y rival Hernán Barcos.
El vaso de cerveza de los dueños de casa entonces se terminó enseguida. No hubo ánimo para otro. Ahora los hinchas apostados en la tribuna aprovecharon el pasadizo para deambular como los técnicos en la cancha, esperando la iluminación divina y el empate.
Casi toda la segunda parte la pasaron así, mientras otros seguidores permanecieron casi pegados en los asientos, sin animarse a alentar. Como es habitual fueron los de la Muerte Blanca los encargados de enceder el ambiente, con bengalas rojas que entusiasmaron a los aficionados, pero cuando se apagaron, aumentó la angustia de los “blancos”.
El ingreso del mediocampista Luis Bolaños dio mayor movilidad al equipo e incluso los hizo soñar desde su ingreso con la posibilidad de la igualdad, tras una rápida llegada sobre la zona visitante que no logró cristalizarse para LDU.
Los minutos transcurrieron con mayor velocidad para los ecuatorianos y a ese ritmo se movieron los chilenos en busca de una mayor ventaja; mientras Liga de Quito no encontraba la marcha necesaria para alcanzar al adversario.
Los “albos” nunca hallaron el ritmo para desequilibrar al oponente y la nube blanca que se posó al inicio, se convirtió en gris. Los aficionados “azucenas” abandonaron el escenario ocho minutos antes de que concluya el partido.
La final de vuelta se llevará a cabo el miércoles de la próxima semana, en el estadio Nacional de Chile a las 19:15 de Ecuador.