El seleccionado ecuatoriano de fútbol no las ha tenido todas consigo en sus visitas a la capital paraguaya, Asunción, para encarar cotejos oficiales, especialmente por las eliminatorias sudamericanas. Pero este viernes tiene la oportunidad de voltear la página y comenzar a escribir un nuevo episodio en su recorrido hacia el Mundial de Brasil 2014, con un grupo de jugadores que combina experiencia y juventud.

Partido tras partido, con mucho conocimiento del rival de turno, el técnico Reinaldo Rueda tiene la responsabilidad de planificar todos los  compromisos, incluso recurriendo a los antecedentes e historial deportivo de cada uno de ellos, con el fin de adoptar las providencias necesarias para continuar el largo trecho que resta hasta la próxima edición de la cita ecuménica del balompié.

Cabe recordar que el estadio Defensores del Chaco, con capacidad para 35 mil espectadores, propiedad de la Asociación Paraguaya de Fútbol, ha sido un bastión para el seleccionado “guaraní”.

La historia aún está fresca. Con excepción de los encuentros disputados frente a los equipos nacionales de Colombia y Chile, que por idéntico marcador (2-0) vencieron al representativo paraguayo en el camino al Mundial de Sudáfrica en  2010, los restantes cotejos frente a combinados sudamericanos significaron solo victorias para los “guaraníes”.

En el escenario asunceño cayeron Argentina (0-1), Bolivia (0- 1), Brasil (0- 2), Perú (0-1), Uruguay (0-1) y Venezuela (0-2); Ecuador no fue la excepción y fue superado ampliamente por un expresivo 5-1 que a la postre provocó la renuncia del entonces seleccionador nacional, el colombiano Luis Fernando Suárez.

Aquel sábado 17 de noviembre de 2007, el seleccionado ecuatoriano experimentó una nueva y aparatosa derrota. Los antecedentes previos al compromiso correspondiente a la tercera fecha de las eliminatorias de aquel entonces, con resultados adversos (0-1) ante Venezuela en el Atahualpa (gol de José M. Rey a los 67’) y 0-5 frente a Brasil en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, obligaban a los “tricolores” a buscar una recuperación para seguir  en procura de la ansiada clasificación a una tercera Copa del Mundo.

Pero aquello no ocurrió. Un hecho un tanto anecdótico se registró antes de enfrentar a los pupilos de Gerardo “Tata” Martino. Alrededor de las 20:06, las 5 torres de iluminación del estadio sufrieron la interrupción del fluido eléctrico, cuando los dos equipos se encontraban en el campo de juego en pleno calentamiento. Aquello había acontecido antes.

Paulatinamente y luego de 30 minutos de espera, los reflectores de la torre central comenzaron a encenderse y los restantes lo hicieron en un 85%. Pasado aquel imprevisto, el árbitro brasileño Heber Lopes hizo sonar el silbato, dando por iniciado el encuentro. Un puñado de ecuatorianos hacía fuerza por el plantel nacional, mientras la hinchada local, que copó todas las dependencias, alentaba a su equipo.

La presión ejercida sobre el marco defendido por Marcelo Elizaga, con desbordes por los costados y el clásico juego aéreo, no tardó mucho en dar resultados. Nelson Haedo, con golpe de cabeza a un tiro de esquina de Morel, abrió la cuenta antes de los 10 minutos. Ecuador se acordó de que también había que atacar, pese a las dificultades en el armado; y lo hizo por medio de Walter Ayoví y Christian Benítez, quienes pusieron algo de peligro en la puerta de Justo Villar.

El segundo tanto paraguayo llegó por medio de Riveros (26’), al pescar un rebote luego de un córner ejecutado por Morel. La cómoda ventaja le dio mayor soltura al accionar del dueño de casa. Jairo Campos ingresó para el segundo período en reemplazo de Montaño; sin embargo, poco se pudo hacer para frenar las arremetidas de Vera, Riveros, Da Silva y Cáceres hasta que Roque Santacruz escribió el 3- 0 a los 50’.

Paraguay bajó las pulsaciones y jugó a placer ante un equipo sin chispa ni ideas. El “Nine” Kaviedes, quien había reemplazado a Evelio Ordóñez, marcó el descuento a los 79’, pero aquello no hizo más que despertar el amor propio “guaraní” y sentenciar el cotejo con nuevas anotaciones de Néstor Ayala y Carlos Riveros.

De aquel encuentro han sido convocados para el compromiso del viernes próximo, 11 de noviembre, los jugadores Paulo Da Silva, Carlos Bonet, Christian Riveros, Édgar Barreto (lesionado a última hora) y Nelson Haedo, en el plantel “rojiblanco”; Walter Ayoví, Jairo Campos, Álex Bolaños, Édison Méndez y Christian Benítez en la Tricolor, mientras Segundo Castillo podría reaparecer ante Perú el 15 de noviembre en el Atahualpa.

Aun cuando no todos los partidos son iguales, Rueda conoce las circunstancias que rodean al cotejo en el que la necesidad de una victoria es un compromiso ineludible para los dos planteles, y en particular para los locales.