Quiso retribuir  el apoyo material que recibe  de la empresa privada para los  encuentros eliminatorios  de la selección ecuatoriana de fútbol en el estadio Atahualpa, en su proceso rumbo al Mundial de Brasil 2014.

Por eso el director de la barra los “abanderados”, Diego Galindo, puso sobre la franja azul de la enorme bandera “tricolor”, que cobija  la general noroccidental, los logos de una empresa de TV por cable para el cotejo del martes pasado ante Perú.

“Nunca pensé que esto generaría  polémica. No tuve intención de ofender a nadie y menos a mi país. Me equivoqué y pido disculpas, pero debo dejar en claro que no he vendido la bandera a nadie y menos lucrado con eso. Yo no recibo nunca  ni un centavo. Simplemente quise ser grato con una compañía que nos ha ayudado a continuar con el apoyo a la selección”, dijo Galindo.

La ayuda de la empresa privada consistió en entregar  5 mil globos, igual número de rollos de sumadoras, la recarga de los 7 extintores y la vestimenta (gorro y camiseta) de los 50 hinchas que componen la barra. “Mi intención nunca ha sido aprovecharme. Los auspiciantes de la “Tricolor” han usado las imágenes de esa bandera y yo nunca les he pedido nada.  Lo hago solo para vivir el fútbol como la fiesta que es”.

Este emblema  tiene 8 años de existencia. Fue elaborado para el primer cotejo de las eliminatorias Alemania 2006, cuando Ecuador enfrentó a Venezuela en 2003.  Incluso, tuvo el apoyo de los  ex seleccionados, ya que se pintó el escudo en las instalaciones de la Esmil, donde antes se concentraba la “Tri”.

Su  dimensión original fue de 70 x 30 m, que se ha acortado por el desgaste de la tela en los extremos y porque la extensión del graderío donde se ubica se redujo debido a las mallas de protección que se instalaron en el escenario del Batán.

Su costo fue de  6 mil dólares financiados con contribuciones monetarias de amigos de Galindo.
La Asociación de Fútbol No Amateur de Pichincha (AFNA), encargada de la organización de los espectáculos deportivos en el estadio Atahualpa, a través de su gerente, Galo Barreto, rechazó el mal uso que se dio del Emblema Nacional en el último compromiso eliminatorio.

“Hay que tener respeto y consideración hacia los símbolos patrios manteniendo  su estructura; nadie puede modificarlos. Pero en un espectáculo se nos hace casi imposible controlar uno por uno la forma como va vestido y qué lleva  el  aficionado (excepto objetos cortopunzantes y bebidas alcohólicas). Necesitaríamos como 40 mil empleados”, dijo Barreto, quien reconoció que en lo personal él no se fijó en  la bandera y menos  en la propaganda que exhibió.

“No me he percatado de ese aspecto, pero  no se puede hacer publicidad con la bandera del país. Mas  eso ya no es responsabilidad de quien organiza el espectáculo sino de la barra. Es necesario emprender una campaña de culturización del uso adecuado de los símbolos”.