La muerte de Pasquel se produjo por falla humana
La muerte de Luis Ramiro Pasquel Palacios, el pasado domingo, empañó la final del Campeonato Nacional de Motociclismo de Velocidad en el Autódromo de Yahuarcocha (Ibarra). Marcelo Calderón, presidente del Club de Automovilismo y Turismo de Imbarura (CATI), organizador de la carrera, enfatizó que el deceso del exponente fue por una falla humana.
Pasquel, quiteño de 39 años, competía en la categoría novatos 1.000 centímetros cúbicos (cc) y al momento del suceso disputaba el cuarto lugar con Andrés Cadena. Ambos daban el séptimo giro de los 10 que exigía la segunda manga de la lid.
La ambulancia llevó a Pasquel al Hospital San Vicente de Paúl (Ibarra). Su cuerpo llegó sin vidaLa tragedia sucedió alrededor de las 14:30 y, según el boletín emitido por el CATI a la Federación Ecuatoriana de Motociclismo (FEM), el piloto perdió el control de la máquina y se impactó contra un talud.
La versión fue construida en base a declaraciones de las personas que atestiguaron el hecho. De acuerdo al reporte del CATI, Andrés Cadena informó que su compañero no alcanzó a frenar y perdió el control cuando circulaba a más de 200 kilómetros por hora.
La jueza de la torre 2, Raquel Erazo, coincidió con Cadena al decir que, al ir a velocidad, Pasquel no controló la moto y salió de la pista. La jueza de la torre 3, Daniela Velásquez, observó lo mismo: que Pasquel salió sin control del vehículo y se estrelló contra el talud.
Antonio Torres, presidente de la FEM, indicó que pedirá un informe más amplio al CATI. Recordó que por reglamento todo piloto, en cualquier modalidad, debe contar con un seguro contra accidentes.
Al chocar, el corredor sufrió duros golpes en la cabeza. Aunque todo se basa en versiones de testigosDebido a que la FEM estaba intervenida, las válidas del Campeonato Nacional de Motociclismo de Velocidad contaron con el aval de los interventores del Ministerio del Deporte. El directorio de la FEM fue posesionado hace apenas un mes.
Calderón indicó que todos los exponentes estaban asegurados, pero un accidente por falla humana puede suscitarse en cualquier disciplina de riesgo. Por este motivo, en el momento de inscribirse, cada timonel firma un documento en el que deslinda de toda responsabilidad al ente promotor.