La “marea” azul no dejó de cantar pese a la derrota
El parque de la Kennedy (norte de Guayaquil) era el punto de encuentro para los emelecistas que acudirían al Monumental para presenciar el Clásico del Astillero, que se jugó el sábado entre Emelec y Barcelona.
Desde el mediodía, hinchas con camisetas “millonarias” llegaban al lugar. Algunos acudían solos y otros en grupo. A medida que pasaba el tiempo, el color azul predominaba en el sector y la circulación de los carros era casi imposible, debido a que los aficionados “eléctricos” invadían parte de la calzada.
Los cánticos y el ritmo de los tambores daban un ambiente festivo al lugar. A 15 minutos de la hora prevista para la partida (13:30) hacia el “Coloso del Salado”, los organizadores daban las instrucciones del recorrido que harían.
Una vez señaladas, los hinchas se agruparon y empezaron la caminata hasta el estadio Monumental. “Vamos, vamos Emelec, hoy te he venido a alentar...”, se escuchaba desde el inicio del recorrido.
Un fuerte resguardo policial acompañó durante el trayecto a los miembros de la barra de Emelec que nunca se cansaron de cantar. La “marea” azul se podía divisar a varias cuadras.
La caminata se dio a lo largo de la avenida Kennedy, se conectó con la calle Tungurahua y giró por Vélez hasta llegar al estadio de Barcelona. El tránsito obligadamente era frenado para dar paso a la marcha “eléctrica”.
A medida que se acercaban al Monumental, los cánticos eran más fuertes: “No llores, no llores barcelonista... m...”.
La avenida Barcelona estuvo despejada y la caminata se dio sin ningún inconveniente. Cuando llegaban al lugar, el trabajo de los policías aumentó, pues si veían a alguna persona con la camiseta de Barcelona la resguardaban o la llevaban a un lugar alejado de los hinchas de Emelec, para evitar cualquier problema.
“Hoy les ganaremos en el basurero (como llaman los azules al Monumental). Seguirán siendo nuestros hijos”, manifestaban los emelecistas a medida que se acercaban al estadio. Una vez en las afueras del reducto, la Policía los organizó para que ingresaran a la parte de preferencia.
La impaciencia porque la columna no avanzaba invadió a muchos hinchas que optaron por saltar las mallas. La Policía montada tuvo que hacerse presente para poner el orden y que todo volviera a la normalidad.
Ya dentro del estadio, las camisetas azules contrastaban con las amarillas, que habían en todo el escenario. Casi dos mil aficionados “eléctricos” coparon una parte de la preferencia y desde el inicio del partido no dejaron de alentar a su equipo.
Pese a la derrota de 2-0, los azules cantaron desde el principio hasta el fin. “Hay que gritar con más fuerza so vamos perdiendo, eso se llama c..., tener sentimiento, cuando Emelec anda mal, su hinchada lo hace ganar...”, se escuchó.