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Ecuador, 24 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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La ira, ese mal que atormenta a Suárez

El uruguayo Luis Suárez espera una dura sanción de la Asociación de Fútbol de Inglaterra (FA), luego de que mordiera en el brazo derecho al defensa serbio del Chelsea, Branislav Ivanovic, durante el partido del domingo pasado por la fecha 34 de la Premier League.   

Esa agresión tiene nuevamente en la vitrina de la polémica al ariete “charrúa” de 26 años y uno de los máximos anotadores del certamen inglés con 23 goles.

Su primer apodo “ratón luisito” quedó atrás. Ahora muchos medios de comunicación prefieren decirle  “caníbal” o “depredador”, en alusión a sus escándalos por “mascar” a rivales y a su capacidad goleadora.

El mordisco a Ivanovic recuerda una agresión similar del mismo Suárez en el cuello del delantero holandés Otman Bakkal, en noviembre de 2010. El uruguayo militaba en el Ajax y Bakkal en el PSV Eindhoven. El incidente le costó al sudamericano 7 partidos de suspensión.

Pero la mala conducta del jugador es más amplia. En diciembre del 2010 soltó insultos racistas contra el zaguero francés Patrice Evra, del Manchester United.

Aquella falta le significó 8 partidos de suspensión y 60.000 dólares de multa. La controversia con Evra se prolongó  hasta febrero de 2012 cuando en otro duelo entre los “reds” y los “red devils” evitó  darle la mano antes de un partido.  

En diciembre de 2011 fue suspendido de actuar en un partido por mostrarle el dedo medio a los hinchas del Fulham, en el estadio Craven Cottage de Londres.

Y en octubre de 2012, en un claro desafío a David Moyes, director técnico del Everton, Suárez festejó un gol lanzándose al césped. Días antes Moyes criticó duramente a los jugadores que para sacar ventaja simulaban faltas, entre ellos el arponero sudamericano.  
Otra acción del delantero, reprochada por la opinión pública, fue un tanto ilegítimo que le marcó en enero pasado al Mansfield, en cotejo de la tercera ronda de la Copa FA. Dicho gol, en el que Suárez se ayudó intencionalmente con la mano derecha,  dejó el marcador 2-1 en favor del Liverpool.

Los criterios a favor y en contra por los escándalos del “pistolero”, como también lo llaman,  crean un ambiente tenso a su alrededor, tanto así  que el mismísimo primer ministro del Reino Unido, David Cameron, pidió un castigo ejemplar para él, pues considera que los deportistas de alto perfil deben ser “modelos de comportamiento”.

La agresión a Ivanovic tuvo sus primeras repercusiones, aunque no se especificó la cuantía. El Liverpool le impuso una multa económica al jugador, de quien, sin embargo, sus directivos no piensan desprenderse muy pronto. El director ejecutivo, Ian Ayre, precisó que el club desea tener al deportista hasta finalizar  su contrato, el cual le fue renovado en 2012 por 4 años más.    

Además de los hinchas “rojos”, a los que Suárez ha conquistado hasta el momento con  38 tantos, lo defienden sus compañeros en la selección uruguaya.  

El defensa Diego Lugano, capitán de la “celeste”, emitió un comunicado de apoyo. En él se refiere a Suárez como “el más competitivo de todos” y como una persona que “cometió un error, como los cometen los árbitros, los técnicos o los periodistas”.  

Lugano y muchos uruguayos recuerdan la mano que Suárez interpuso para que Ghana no anote en la puerta uruguaya en julio de 2010 durante el Mundial de Sudáfrica. Eso le significó la expulsión, pero evitó un tanto que, posiblemente, hubiera dejado afuera a Uruguay en los cuartos de final.

En cuanto a su sanción, la última palabra la tienen los directivos de la FA, que hoy analizarán el polémico caso durante la reunión de su comité ejecutivo.

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