El estudio de la fifpro asegura que los jugadores jóvenes no suelen buscar ayuda profesional
La inactividad enfrenta a los exfutbolistas a una soledad crítica
Los síntomas relacionados con la depresión y la ansiedad tienen una prevalencia elevada entre los jugadores de primer nivel, según el estudio publicado por la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (Fifpro).
La investigación realizada por el médico jefe de la entidad, Vincent Gouttebarge, reveló que el 26% de los futbolistas profesionales padece depresión y ansiedad, en comparación con el 39% de casos registrados entre jugadores retirados.
“Los antiguos futbolistas profesionales informan de un mayor número de problemas mentales que los jugadores en activo, lo que confirma que el periodo posterior a la retirada del fútbol profesional es un momento crítico para muchos futbolistas”, concluyó Gouttebarge en su estudio.
En ese sentido, existen varias causales para poner fin a la actividad profesional: el deportista cumplió su ciclo de rendimiento o una lesión le impidió desarrollar su carrera con normalidad.
Álvaro Carcelén, exjugador ecuatoriano de Independiente del Valle, vivió de cerca el segundo caso. Carcelén tuvo que poner fin a su carrera con anticipación debido a que le diagnosticaron un puente arterial de tipo congénito en el corazón, lo que le impediría realizar actividad física de alta competencia. “Me causó mucho dolor esa noticia.Sentía que se truncaron mis sueños y aspiraciones personales, así como las de toda mi familia”, contó Carcelén.
Desde que tuvo que abandonar la actividad contó con el respaldo del club y continuó ligado al fútbol. Fue asistente técnico de Guillermo Duró y también de Julio Asad. En la actualidad ocupa el cargo de entrenador en el equipo de reservas.
DATOS
Depresión y ansiedad son los principales trastornos mentales que sufren los futbolistas activos y retirados por falta de atención a la salud mental.
Los clubes y las asociaciones nacionales son los responsables de precautelar el bienestar general de los futbolistas y no verlos solo como máquinas de jugar.
Carcelén, exjugador de Independiente del Valle, aseguró que sentía ansiedad al ver jugar a sus compañeros.
Durante la transición hacia el retiro los objetivos cambian y allí surgen los problemas mentales de los deportistas.Al principio tuvo ansiedad por ver desde afuera a sus compañeros mientras disputaban un partido y no defender la camiseta de su club junto a ellos. Ahora se siente un 90% acostumbrado a ello y disfruta también de ser DT. “Los sobresaltos también me fueron prohibidos, además de dejar de jugar, pero eso como DT es complicado de evitar”, aseguró.
Patricio Cevallos, psicólogo que trabaja en El Nacional, aseguró que un futbolista pasa por cierta “soledad” cuando se retira. “Afecta mucho dejar de jugar, ya sea porque cumplió sus años en el fútbol o porque por una lesión debió abandonar la actividad. Durante los años de profesionalismo el jugador está en la palestra, los medios lo buscan y se siente halagado por la hinchada. Dejar de tener eso, de un momento a otro, es complicado para ellos”, comentó Cevallos.
En el estudio de la Fifpro se evaluaron diversos elementos estresantes a nivel físico y psicológico, como lesiones graves (ausencia del entrenamiento o de la competición durante más de cuatro semanas), intervenciones quirúrgicas, circunstancias vitales excepcionales (muerte de un familiar) y apoyo por parte del entrenador y de los compañeros de equipo.
El informe califica como “vital” el acceso a herramientas educativas y a mecanismos de apoyo que cubran todos los aspectos de lo que podría ocurrir durante y después de la carrera futbolística profesional.
Cevallos aseguró que en El Nacional trabajan sobre todo con los deportistas de las divisiones formativas para fortalecerlos en la parte mental. “Se sigue pensando que los futbolistas son máquinas que deben estar preparadas para rendir física y tácticamente los domingos. Es como una empresa a la que le sirve el ser humano que produce”, agregó.
José Villafuerte, jugador destacado de El Nacional en las décadas de los 70 y 80, asumió el retiro como algo natural en la parte final de su carrera, pero nunca recibió atención del club sobre de qué manera afrontar el futuro. “Cuando me retiré no tuve el apoyo de nadie, pero tenía la idea de prepararme para ser entrenador”, contó Villafuerte.
El informe asegura que debe existir planificación dirigida hacia los jugadores antes de retirarse.
A ÁlvaroCarcelén le detectaron un problema cardíaco, por lo que tuvo que dejar el balompiéEl jugador esmeraldeño explicó las complicaciones de dejar de actuar en las canchas. “Uno quiere seguir en lo que le gusta, pero el cuerpo no puede más. Después, añoraba estar con mis compañeros en las concentraciones, entrenar y disputar los partidos. Que mis colegas jueguen y yo no, me dio mucha tristeza, pero seguir vinculado al fútbol me ayudó a estar bien”, dijo el actual DT del club Chile, de segunda categoría.
El arquero estadounidense Jonny Walker fue parte del estudio que realizó la Fifpro. El futbolista se retiró temprano por un problema de espalda y los trastornos mentales iniciaron. “Un día estás sobre el campo, frente a 60.000 espectadores. Juegas para tu selección nacional; concedes entrevistas; todo el mundo te observa. Al día siguiente, todo eso termina. Ya no eres nada; nadie habla de ti. Hoy aquí, mañana esfumado”, dijo.
El exjugador comentó que “había perdido mi objetivo en la vida. Como jugador, uno siempre se marca nuevos objetivos. En primer lugar, deseas convertirte en profesional, después quieres llegar al primer equipo, convertirte en jugador regular, salir al extranjero, y llegar a la selección nacional.Después no tenía ningún objetivo. Estaba cerrado en mi propia mente”, dijo.
Una de las conclusiones finales del estudio aseguró que los futbolistas jóvenes no suelen buscar ayuda profesional para sus problemas mentales. El objetivo de la Fifpro es reducir el estigma de la salud mental en el fútbol profesional. De esa manera se pretende prestar mayor atención a los jugadores durante su desarrollo futbolístico y que lleguen a su retiro con un comportamiento óptimo para el manejo de los síntomas de los trastornos.