La familia corrió por una causa
El clima de la capital era el idóneo para realizar actividad física. El cielo despejado y un calor agradable durante la mañana motivaron a más de 1.000 personas para sumarse a la iniciativa de la Embajada Británica en el evento Sport Relief.
No se trataba de una competencia, pues no existían premios para el ganador, ni corrieron atletas élite; se trotaba con fines benéficos. La inscripción costaba $5 para una persona y $15 para una familia de cuatro integrantes; todos los fondos recaudados irían a la Fundación de las Américas (Fudela), encargada de ayudar a jóvenes vulnerables de bajos niveles socioeconómicos y sin acceso a la educación superior, a través del deporte.
El evento nació en Inglaterra, en 1985, bajo el nombre de Comic Relief (alivio cómico), y los participantes competían disfrazados. Tal fue el éxito que decidieron crear un evento conjunto llamado Sport Relief en 2000, y se realizan alternadamente cada año.
Las embajadas de Inglaterra en toda Europa realizan esta carrera desde hace varios años y la edición en Ecuador fue la primera en Sudamérica. A la Cruz del Papa, dentro del parque La Carolina, llegaron muy temprano los participantes para inscribirse.
Los deportistas tenían tres opciones para hacer el recorrido. Elegían entre 1 milla (1,6 km), 3 millas (4,8 km) y 6 millas (9,6 km) dependiendo de su estado físico. Cada persona recibía una pulsera de distinto color para identificar la prueba en la que participaría. De todas formas, podían caminar, trotar o correr para completar el circuito dentro del parque. “Puede también gatear o rodar”, añadió uno de los organizadores.
Gente de todas las edades acudió para ejercitarse el fin de semana y colaborar con la causa. Por ejemplo, Gina Huilca llegó con su esposo Marco Laso, su hijo Bruce y su perro Emo. Mientras su esposo trotaba, ella caminaba junto a su hijo y su mascota. Aunque está embarazada de 7 meses, no se perdió la oportunidad de compartir el ejercicio con su familia.
“Es un impulso para que la gente haga deporte y para que los niños vean que es importante mantenerse en forma y no ser sedentarios”, comentó, mientras intentaba no descuidar a su pequeño hijo de 3 años y a su cachorro que los seguía.
Al tratarse de una carrera familiar, mucha gente iba acompañada por sus hijos y otra gente cercana para cumplir con el circuito. La partida inicial fue a las 08:00, pero la gente podía salir en cualquier momento; eso sí, solo hasta las 12:00. En el transcurso de la mañana, más gente se fue sumando.
A la misma hora se realizó un evento similar en Guayaquil. La carrera tuvo el respaldo de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, por lo que al final se realizó también un campeonato de balompié entre los más pequeños.
“Estas iniciativas fomentan la actividad física para la familia; de esa forma permanecemos unidos. Casi nunca hacemos deporte todos juntos y esta fue una buena oportunidad porque intentamos ir al mismo ritmo para llegar unidos a la meta”, dijo Gonzalo Álvarez, quien llegó con su esposa Tatiana García y sus hijos Gonzalo y Joaquín.
Música y zanqueros animaron el recorrido en varios puntos. Las canciones que salían de los parlantes sirvieron también para que un grupo de gente hiciera bailoterapia, dirigida por una profesora, a un costado de la pista donde corrían los deportistas.
El ritmo de la música servía para marcar los pasos de baile, mientras hombres y mujeres de todas las edades intentaban seguir el paso de la maestra que estaba al frente. Algunos tenían movimientos descoordinados y otros lucían como bailarines expertos.
Los que terminaban el circuito, en cualquiera de las modalidades, se hidrataban en la meta y podían firmar un enorme cartel junto a la llegada o dejar la huella de su mano con color rojo o azul. “Fue una tarea cumplida y disfruté mucho hacer esto. Siempre estoy pendiente de las actividades deportivas y a mi edad me mantengo bien”, dijo Olga Valarezo, de 62 años.
Varias personas desconocían de la iniciativa, pero como son asistentes regulares al parque, se sumaron de inmediato para correr. Por el valor de la inscripción les entregaron una camiseta blanca con un gran punto rojo en el centro, por lo que era sencillo identificarlos mientras avanzaban dentro del parque.
La embajada Británica tiene previsto realizar esta competencia cada dos años y el próximo realizará el Comic Relief, con presentaciones en teatros y otros eventos similares a los que se realizan en el Reino Unido. Además, ampliarán la competencia a Cuenca, donde ya contactaron a Jefferson Pérez para que los respalde.