“La experiencia no se la compra en una farmacia”
El entrenador ecuatoriano Javier Rodríguez nunca dejó de ver jugadores que le sirvan para la selección Sub 17, luego de la participación de la categoría en el Mundial de México, el año pasado.
La experiencia que le dejó ese torneo, luego de clasificar durante el Sudamericano realizado en el país, le aportó mucho a Rodríguez para elegir a los “sucesores” de esos futbolistas que hoy aportan a la Sub 20 dirigida por Julio César Rosero.
Rodríguez tiene una base de 16 elementos con los que lleva trabajando 4 meses y planificó un esquema para 24, antes de que empiece el Sudamericano de Argentina en 2013 (con fecha aún por definir). “Está previsto realizar 2 microciclos mensuales con la base de futbolistas que tenemos y sumar algunos que vamos viendo en el camino”, dijo; “es importante el trabajo que se realiza en los equipos, tanto de la Serie “A”, como de la “B”, así como en las academias de fútbol”.
La Casa de la Selección acogió a los muchachos y aquello significó una motivación más, además de vestir la camiseta de la “Tri”. “Es un honor estar aquí, donde vienen los mejores jugadores del país. Deseamos aprender mucho y ser un aporte para el equipo”, comentó Álvaro Preciado, jugador de Liga.
Rodríguez enfoca la preparación futbolística con aspectos conceptuales que él y su cuerpo técnico adecúan para el grupo. “Todo eso va motivado por el pensamiento. El fútbol gira a través de este factor y a esta edad es importante que el chico desarrolle su personalidad y tome decisiones dentro de la cancha”, precisó el DT.
Para él, el futbolista ecuatoriano aprende muy rápido, pero se aburre a la misma velocidad. Por esa razón intenta que cada microciclo sea sistemático y de repetición, para que guarden en sus mentes las jugadas y lo que aprenden en cada sesión.
Rodríguez trabaja mucho en la parte psicológica de sus pupilos, sobre todo los más jóvenes. “El trabajo, por la edad, primero se basa en formarlos como personas y tener una convivencia importante entre ellos y el cuerpo técnico. Luego se forma tanto la cultura de juego como los aspectos técnicos y tácticos”.
La nueva Sub 17 anhela repetir el proceso que cumplió su predecesora, al clasificarse al Mundial de México. En aquel torneo el conjunto de Rodríguez se enfrentó a Alemania, Burkina Faso y Panamá, y consiguió acceder a los octavos de final en el segundo lugar, detrás de los germanos. En esa instancia cayó ante Brasil. De aquel equipo surgieron varios elementos que hoy alimentan a los equipos de primera.
Entre los más destacados están Leonel Ramírez, de Independiente del Valle, y José Francisco Cevallos, de Liga de Quito, que mantienen una regularidad en el primer plantel.
“Es un reto nuevo y no se puede comparar una generación con otra. Sabemos que la experiencia no se la compra en una farmacia; es importante ser sensible, ver la personalidad y lo que ellos necesitan”, dijo Rodríguez en referencia a la selección pasada, y elogió a los jugadores que aprovecharon esa vitrina. “Ramírez y Cevallos son los que más continuidad han tenido luego del Mundial. Es bueno ver que a pesar de su juventud no se amilanan cuando se enfrentan a jugadores de jerarquía”.
Los seleccionados tienen entre 15 y 16 años, para arribar con la edad justa al campeonato en Argentina, clasificatorio para la cita ecuménica de Emiratos Árabes. “El objetivo final es ese: llegar a otro Mundial y formar jugadores que en el futuro sirvan para la selección mayor.
Después del proceso anterior hay elementos que tienen opciones muy claras de llegar a una selección mayor, más adelante”.
El entusiasmo de los jóvenes futbolistas es notable en cada práctica. De a poco se van conociendo, con el pasar de los microciclos. Antes también disputaron un torneo Sub 15 amistoso y un campeonato internacional en Salinas.
“Aspiramos a repetir lo que consiguió la selección pasada y ojalá podamos llegar más lejos en el Mundial. Es una ilusión que todos tenemos y sería un impulso grande para nuestras carreras”, dijo Wilter Ayoví, jugador de la cantera de Independiente del Valle.
El concepto principal del fútbol que pretende practicar el equipo de Rodríguez es la rapidez y la agresividad. Para ello los jugadores necesitan estar concentrados todo el tiempo y ejecutar las jugadas que planifican. “Son ansiosos en la cancha y a veces se apresuran con las decisiones. Eso es lo que intentamos controlar, para que no se desesperen y tomen la mejor opción en un partido. Seguramente nos vamos a enfrentar a equipos que tienen una tradición en formativas, como Argentina o Brasil. Ahí estará la prueba de fuego para los chicos”.
Rodríguez espera que este año la selección pueda disputar partidos a nivel internacional, algo que el anterior equipo no consiguió. “Esa experiencia es importante. Desde el viaje, hasta enfrentar a selecciones que practican un fútbol diferente al que están habituados. Ojalá se pueda hacer”.
Los jugadores coinciden en que la larga preparación que van a tener será óptima para llegar en forma al Sudamericano. “No sabemos si el resto de equipos hacen lo mismo, pero me parece que nuestro trabajo es muy bueno. Nos juntamos seguido y cada vez nos conocemos mejor, en la cancha y fuera de ella”, contó Daniel Porozo, de El Nacional.
El camino para llegar al Sudamericano de Argentina y al Mundial de Emiratos Árabes es largo, pero Rodríguez se adelantó para conocer a los jugadores y crear un equipo funcional. El camino empieza a recorrerse a buen paso.