La Eurocopa y el Mundial, sin costo para Europa
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) desestimó ayer los recursos de la UEFA y la FIFA contra las sentencias de la Corte General relacionadas con la retransmisión televisiva de la Copa del Mundo y la Eurocopa, de manera que los países podrán pedir que se emitan en abierto en determinados casos.
El Tribunal sigue así la recomendación del abogado general y recuerda que la directiva sobre la radiodifusión televisiva permite que los Estados prohíban la retransmisión en exclusiva de acontecimientos que consideren importantes para su sociedad cuando pueda privar a una parte importante del público de seguir esos acontecimientos en una televisión de libre acceso.
Este litigio deportivo y jurídico tiene su origen en una decisión de la Comisión EuropeaEl litigio tiene su origen en la decisión de la Comisión Europea (CE) de avalar las listas que elaboraron Bélgica y el Reino Unido con acontecimientos considerados de gran importancia para sus respectivas sociedades. En la lista belga se incluían, entre otros, todos los partidos de la fase final de la Copa del Mundo, en tanto que en la del Reino Unido se hacía referencia a la totalidad de los partidos de la fase final del Mundial y de la Eurocopa, entre otros acontecimientos.
La FIFA y la UEFA impugnaron la decisión de la CE ante el Tribunal General por considerar que no todos estos partidos merecían la calificación de acontecimientos de gran importancia para el público de esos países. La Corte desestimó ese argumento y las dos asociaciones de fútbol recurrieron en casación ante el Tribunal de Justicia de la UE.
En sus sentencias dictadas ayer, este tribunal recuerda que el que un Estado miembro califique determinados acontecimientos como de gran importancia para su sociedad y la prohibición de que se retransmitan de manera exclusiva, “constituyen obstáculos a la libre prestación de servicios, a la libertad de establecimiento, a la libre competencia y al derecho de propiedad”.
1.289 millones de dólares recibió la FIFA por la venta en Europa de los derechos de transmisión del Mundial de 201oNo obstante señala que esos obstáculos están justificados si se protege el “derecho a la información” y si se “garantiza un amplio acceso del público a la cobertura televisiva de tales acontecimientos”. La Corte destaca que corresponde “exclusivamente a los Estados miembros determinar cuáles son esos acontecimientos” y que la función de la CE en este ámbito se limita a comprobar si éstos respetan el Derecho de la Unión. “La CE debe ejercer un control limitado acerca de esta designación y, en particular, únicamente debe analizar sus efectos sobre las libertades y los derechos reconocidos por el Derecho de la Unión, que van más allá de los efectos intrínsecamente vinculados a su calificación como acontecimiento de gran importancia”, indica.
2.408 millones de dólares de ingresos generales tuvo la FIFA por derechos de transmisión en el último MundialEl Tribunal señala que no todos los partidos de la fase final de la Copa del Mundo y de la Eurocopa tienen la misma importancia para el público, ya que éste presta una especial atención a los encuentros decisivos de las mejores selecciones (como la final o las semifinales) y a los partidos disputados por la selección nacional. Por consiguiente, debe considerarse que tales torneos son acontecimientos, en principio, divisibles en diferentes partidos o fases que no tienen necesariamente que merecer en su totalidad la calificación de acontecimiento de gran importancia.
El Tribunal de Justicia afirmó que, en contra del razonamiento expuesto por el Tribunal General, los países miembros tienen que comunicar a la CE las razones por las que consideran que la fase final de la Copa del Mundo o de la Eurocopa es un acontecimiento único que debe considerarse en su integridad como acontecimiento de gran importancia para tal sociedad.
Los magistrados consideran, no obstante, que estos errores no han influido en el caso, dado que el Tribunal General apreció que todos los partidos de la fase final de esos torneos suscitaban efectivamente entre el público belga y británico interés suficiente como para poder formar parte de un acontecimiento de gran importancia.