La espera no los desanimó
Los bares de la zona farrera de Manta, en la avenida Flavio Reyes, tuvieron más actividad que de costumbre la tarde del martes. El motivo fue la expectativa que generaba el partido de Ecuador ante Perú por las eliminatorias sudamericanas. Los aficionados de la “Tricolor” en el puerto manabita se agolparon en los locales de distracción de la avenida principal de la ciudad, para apoyar a los dirigidos por Reinaldo Rueda.
Dos horas antes del duelo, Marcos Figueroa indicó que la selección ganaba 2-0. La predicción del manteño se cumplió y Ecuador obtuvo el triunfo. El entusiasmo de Figueroa se repitió a lo largo de la Flavio Reyes. El sitio que tuvo mayor acogida fue Bar-Budos. Ahí, cerca de 150 hinchas vistieron camisetas amarillas, en su mayoría, para sentirse más vinculados a la “Tri”.
Las infaltables “jirafas” de cerveza y un gran televisor eran la combinación perfecta que buscaban los hinchas para instalarse a observar el cotejo. Los lugareños dejaron atrás las tardes de mar para seguir las incidencias del cotejo. El sector de la playa El Murciélago lució semivacío la tarde del martes, en contraste a lo que sucedió el lunes, cuando decenas de personas se bañaban en el mar o disfrutaban del sol.
En el primer piso de Bar-Budos, el ruido de la calle, los buses, así como los chicleros (vendedores de caramelos y cigarrillos), no dejaba que el hincha se concentrara totalmente en el partido. No así en la segunda planta, en la zona VIP. Ahí, una pantalla gigante, con aire acondicionado y una atención más personalizada daba mayor comodidad a los asistentes.
En Temátika, los aficionados veían el partido como en el cine. Un proyector lanzaba una imagen de 3 metros cuadrados a una pared y así el partido se apreciaba mejor por las personas que estaban en el bar.
El gol de la “Tricolor” no llegaba y Carlos Medina se encontraba ansioso por esta situación en The Miller Time, otro de los locales de la Flavio Reyes. “Fuma nervioso”, gritó Medina a sus amigos, justo cuando un ataque peruano puso en peligro el arco ecuatoriano.
El primer tiempo del encuentro culminaba y por ahí más de uno lanzaba: “ese Rueda no es técnico para la selección...”.
En la segunda mitad, el nerviosismo y pesimismo se apoderaba de los seguidores de la “Tricolor”, pero apareció el histórico Édison “Kinito” Méndez para marcar la primera del cotejo y desatar la algarabía en la Flavio Reyes. Los hinchas apostados en los locales salieron a la calle a gritar el gol... en el festejo, las malas palabras también tuvieron su espacio.
Cromañón fue otro de los bares que se llenó. Ahí, Ronbert Alcívar se puso “loco” con el segundo tanto ecuatoriano, obra de Cristian Benítez. Tras la conquista del “Chucho”, Alcívar gritó a más no poder celebrando el tanto que cerraba la victoria del “equipo de todos”.
Al terminar el encuentro, a pocos metros de Cromañón alguien reventaba una camareta... “aguanta loco, no tires bala”, dijo Wladimir Centeno. “Tranquilo loco que no hay bala, es solo un gil que reventó una camareta”, le respondió su hermano Pedro, quien pensaba seguir celebrando de largo el triunfo ecuatoriano. Contrario a lo que sucedió en partidos anteriores de la selección, la Plaza del Sol, el lugar de los “pelucones” para farrear en Manta, lució vacío... en contraste a la tradicional Flavio Reyes, que estaba llena de camisetas de la “Tri”.
Como cualquier lugar es bueno para apoyar al “equipo de todos”, los trabajadores del hotel Mar Azul se las arreglaron para observar el encuentro en uno de los salones de evento del establecimiento y allí gritaron los goles de la selección que ya suma 6 puntos.