La edad ya no es barrera para probarse en el exterior
Por un tiempo se alejaron del encebollado, del arroz con menestra con carne y del calor de Guayaquil. Desde hace algunos años las puertas del balompié del exterior están abiertas para los futbolistas ecuatorianos y Daniel Porozo, Erick Rentería y Jackson González y ellos no desaprovecharon esa oportunidad.
Pese a que aún no cumplen la mayoría de edad, estos tres jugadores, que actualmente militan en diferentes clubes del país, conocen lo que es tener “roce” internacional. Los tres son guayaquileños, coinciden en haber jugado hace algún tiempo en Argentina y, sobre todo, aún alimentan el sueño de emigrar.
Aunque el idioma, costumbres y nacionalidades quedan a un lado cuando se está dentro del campo de juego, Rentería -de River Plate Ecuador- confiesa que cuando fue a probarse a Vélez Sarsfield sintió que había resistencia hacia él por parte del resto de los jugadores.
“Creo que como a uno lo ven negrito se sorprenden, porque allá no hay muchas personas de color. Al principio los compañeros no hablaban mucho conmigo, pero eso no me preocupó, sabía que lo único que tenía que demostrar eran mis cualidades técnicas”, menciona Érick, quien hace poco fue convocado a la preselección sub 18 de Ecuador que participará en noviembre próximo en los Juegos Bolivarianos de Trujillo, Perú.
Rentería, quien habitualmente se desempeña como volante de marca, tuvo la oportunidad de jugar en Argentina gracias a una gira que hizo a inicios de año con el equipo de la “Banda Roja”.
El volante explica que tras estar alrededor de 15 días en Buenos Aires, disputando varios compromisos amistosos ante los planteles de Temperley, la reserva de Independiente de Avellaneda, Arsenal y Lanús, le notificaron que él y cuatro jugadores más habían sido seleccionados para que se quedaran entrenando por un mes en Vélez.
“En esa gira dejamos una buena impresión, empatamos tres partidos y ganamos dos (a Temperley y Arsenal). La verdad me sentí muy emocionado cuando nos indicaron que David Vélez, Erick Rentería, Carlos Mina, Danny Cabezas y yo íbamos a tener la oportunidad de quedarnos por un tiempo más allá”, dijo.
Rentería, quien tiene un look parecido al de la ‘Hormiga Paredes, de Barcelona, menciona que luego de superar los primeros días de entrenamiento, la apertura de los argentinos cambió rotundamente. “Ya con el pasar de los días mis compañeros y yo empezamos a tener más confianza con el resto. Poco a poco ellos se acercaban más a nosotros, conversaban más y después todo cambió, ya que nos pudimos hacer amigos”, recordó.
El jugador de River Plate Ecuador sostiene que lo más complicado de su estadía por Argentina fue la parte gastronómica. “Allá era pura pasta, asados, no había como comerse un buen encebollado o un arroz con menestra y patacones”.
Asimismo, Érick sostiene que cuando pudo entablar una mejor relación con los argentinos, sus compañeros de equipo lo invitaban a él y demás compatriotas ecuatorianos a sus casas. “De desapercibidos pasamos a ser la sensación (risas), pues nos invitaban a presentarnos a sus familias, nos llevaban a los asados, a centros comerciales, entre otros lugares”, contó.
Luego de permanecer un mes en Vélez, Rentería no pudo seguir en dicho elenco debido a que aún no cumplía la mayoría de edad. “Jackson y yo tuvimos que regresar a Ecuador, ya que todavía no tenemos los 18 años, pero antes de volver un directivo habló con nosotros y nos indicó que las puertas estaban abiertas para cuando cumplamos la mayoría de edad. Quienes sí se quedaron fueron Mina y Cebezas porque ellos ya tenían 18”.
El volante califica esta experiencia como gratificante, ya que vivir alejado de la familia y amigos le ayudó a madurar en todos los aspectos. “Allá tenía que desenvolverme solo, no tenía quién me hiciera la comida y muchas veces me tocó hacerlo por mi cuenta”.
Por su parte, Jackson González afirma haber vivido una linda experiencia en Argentina. Al igual que González la adaptación no fue rápida al principio, ya que no conocían a muchas personas. “Vivíamos en un hotel y como no conocíamos la ciudad solo entrenábamos. Luego de eso íbamos al hotel.
Pasamos aburridos las dos primeras semanas, pero ya después que pudimos relacionarnos mejor con los argentinos conocimos otros lugares”.
El menudo delantero, tras dicho paso por el balompié “albiceleste” tuvo la oportunidad de ir a México, específicamente al Pachuca.
En el país azteca, dice, el acoplamiento fue algo más rápido que en Argentina debido a que allá están acostumbrados a recibir a jugadores ecuatorianos. “Siempre me preguntaban si conocía al ‘Tin’ Delgado, Álex Aguinaga y otros ex jugadores locales. Los mexicanos siempre tuvieron una buena apertura desde cuando llegue a su país”, aseguró.
Al igual que en Argentina, Jackson no se pudo quedar en México por no tener aún la mayoría de edad, por lo que tuvo que regresar a River Plate Ecuador. “Las puertas quedaron abiertas para cuando cumpla los 18, no solo en México sino también en Argentina, pero ese es un tema que aún lo tengo que analizar con mi representante, con mi familia y con los dirigentes del club”, detalló.
Sobre el nivel de juego que pudo experimentar en los dos países a los que fue, el delantero afirma que en Argentina la marca es más fuerte, los jugadores tienen muy buen físico, pero carecen de habilidad. “Me costaba sacarme la marca de los argentinos debido a que todos van al choque, era fácil para mí sacarle ventaja en velocidad, pero la marca era asfixiante. En cambio el fútbol mexicano es más de toque y precisión”.
Porozo pulió su técnica
Haber jugado por dos años en el conjunto argentino de Banfield le ayudó al delantero Daniel Porozo a madurar y mejorar su técnica como delantero. El guayaquileño de 16 años vistió la camiseta del “Talaladro” en 2010 y 2011. “Fue una experiencia muy linda. Entrené bastante y me pude dar cuenta de que mi juego progresó”, dijo el actual ariete de la Universidad Católica, quien debutó con el elenco capitalino el pasado 13 de julio, en la victoria (3-1) que los “celestes” alcanzaron sobre Barcelona en el estadio Olímpico Atahualpa.
En ese año el director técnico del conjunto de la provincia de Buenos Aires era el experimentado Julio César Falcioni, quien en un partido por Copa Libertadores pasó por Guayaquil y se reunió con Carlos Alfaro Moreno, director de las escuelas formativas que llevan su mismo nombre.
El estratega conocía de la academia que maneja el “Beto” y él le recomendó a Porozo para que se sumase a las inferiores del cuadro argentino.
Al llegar a Argentina lo más complicado fue hacer nuevas amistades y no continuar sus estudios. “Pasaron las semanas y ya me adapté y todos conversaban conmigo y me preguntaban de donde venía”, recordó el exseleccionado Sub 17. “Gracias a Dios me aceptaron bien y por el ambiente me quise quedar ahí y aprendí bastante. El fútbol de allá es más fuerte y rápido que el ecuatoriano, pero de a poco me pude aclimatar”, recordó Porozo quien afirmó que no fue discriminado.
Carlos Alfaro Moreno lo acompañó hasta Buenos Aires para que no se sintiera solo los primeros días. El primer año vivió en un departamento aparte, pero ya en el segundo habitó en el complejo del “Taladro” con otros compañeros.
Ese paso por el fútbol ‘gaucho’, hizo que El Nacional se fijase en él y lo contratara para la temporada 2012, pero desde enero de este año, el DT del “Trencito Azul”, Jorge Célico, lo sumó a las inferiores del plantel capitalino. “Es un jugador potente, con un excelente arranque y es maduro. Tiene un fuerte remate. Ha evolucionado mucho futbolísticamente y lo veo con un futuro enorme”, afirmó el técnico de uno de los punteros del campeonato nacional.
En su debut con Universidad Católica ingresó al cambio y fue el protagonista del tercer gol de su equipo. A los 78 remató fuerte; el golero “canario” Máximo Banguera dio rebote, el cual lo tomó Federico Laurito para sellar el triunfo local.
DATOS
Jackson González juega de volante de marca en River Plate Ecuador, tiene 17 años y tuvo la oportunidad de jugar en Vélez Sarsfield de Argentina.
Érick Rentería es delantero, actualmente milita en el equipo de River Plate Ecuador, tiene 17 años y además de probarse en Vélez pudo viajar a México, donde estuvo jugando en el Pachuca.
Daniel Porozo, desde el 2010 estuvo jugando en Banfield de Argentina. Futbolísticamente se formó en la Academia Alfaro Moreno y actualmente milita en la Universidad Católica de Quito. Es delantero y tiene 16 años.