Anoche había expectativa por conocer si el Deportivo Azogues era sancionado por la Comisión de Disciplina de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF). Sin embargo, luego de que los árbitros fueron agredidos en los exteriores del estadio en el partido ante Grecia, el organismo no castigó con la exclusión del club “guacamayo”, tal y como sí hicieron con Pilahuín Tío hace una semana.

En la decimanovena jornada del torneo de la serie “B”, el cuarteto arbitral fue agredido en las afueras del estadio Jorge Andrade.

Tras la agresión sufrida por Juan Bravo, Ati Pincay, Roberto Flores y Wéllington Aráuz, el presidente de la Agremiación de Árbitros, Alfredo Intriago, se pronunció y adelantó que esperaba la misma sanción que se le impuso al Pilahuín Tío en la segunda categoría del balompié nacional.

Sin embargo, la Comisión de Disciplina analizó el caso y señaló que no procedía un castigo.

Así lo confirmó el titular encargado de la delegación, Alberto Montenegro, quien quedó al frente en lugar de Álex De la Torre, quien viajó con los dirigentes de la Ecuafútbol a Estados Unidos para los encuentros amistosos de la selección.

Montenegro explicó que la agresión se dio casi dos horas después de que se terminó el partido y en las afueras del estadio, por lo que reglamentariamente no había ninguna manera de sancionar al Azogues.

Pero la FEF, junto al elenco azogueño y la Asociación de Fútbol de Cañar, no quieren que estos hechos queden en la impunidad y seguirán de cerca el caso con una denuncia en la Fiscalía, para que los involucrados en actos vandálicos sean castigados bajo la ley regular ecuatoriana.

Luego de conocer esta resolución, habrá que esperar para conocer si los árbitros aceptan estas explicaciones o insisten en que se castigue al club “guacamayo” con su exclusión.