La ‘11’ se festejó en la cancha y en las calles
Con una victoria contundente (3-1) frente al Deportivo Quevedo, Emelec festejó ayer, en el estadio Capwell, el título número 11 de su historia.
El ambiente de la ‘Caldera’ fue festivo. Alrededor de 22.000 hinchas, con globos azules, papeles blancos y bengalas rojas corearon “sale, sale, sale Emelec” a falta de media hora para que iniciara el encuentro.
En las gradas del estadio no había espacio. Los niños menores de 5 años estaban en los brazos de sus padres; otros sobre sus hombros. Todo valía, con tal de observar ‘en vivo’ la coronación de la estrella número 11 del ‘Ballet azul’.
El cotejo empezó con 3 minutos de atraso debido a que personas ajenas a la organización invadieron la cancha.
Ya con la orden del réferi, el duelo empezó. Emelec dominaba, tocaba a placer y ese ‘tiki-taka’ era aplaudido por sus fanáticos. El Quevedo en algo trataba de buscar el arco de Esteban Dreer, que durante la primera media hora de juego tuvo poca acción.
El conjunto ‘millonario’ fue el que buscó abrir el marcador con un disparo fuerte de Osbaldo Lastra, quien en una jugada seguida probó de cabeza, tras un centro de Óscar Bagüí, pero el esférico rozó el vertical.
A los 29 minutos llegaría el tanto de apertura. El ariete argentino Denis Stracqualursi, con soberbio golpe de testa hacia el piso, venció al golero Giovanni Camacho.
La algarabía se ‘encendió’ mucho más. El título de los ‘eléctricos’ se lo festejaba con una victoria en su casa. Mientras que el Deportivo Quevedo, con su derrota, regresaba a la serie B del fútbol ecuatoriano.
El primer tiempo acabaría con el marcador a favor de los azules, que jugaban mejor ante un rival que batalló hasta el último para no descender, pero que las 2 caídas ante su oponente directo, Liga de Loja, lo castigaron.
Para la etapa de complemento, los dirigidos por Gustavo Quinteros no bajaron su ritmo. Con el ingreso de Marcos Caicedo en lugar del juvenil Yorman Valencia, los ‘eléctricos’ intentaban asegurar la victoria.
A los 49’ Óscar Bagüí derribó en el área a Tito Valencia. Penal para Quevedo. A la ejecución fue su capitán John García, que cobró muy bien.
El empate (1-1), en cierta manera, arruinaba la ‘celebración’ a los ‘millonarios’, por lo que la estrategia del DT fue buscar más a Marcos Mondaini y Caicedo -ambos puntas-. Fue precisamente Caicedo quien decretó la segunda del ‘Ballet’.
Tras el gol, el resto fue festejo. El momento fue propicio para que tanto el ‘Diablo’ Mondaini y Enner Valencia (ya firmó con el Pachuca de México) salieran del campo y fueran aplaudidos por su público.
Polo Wila y Ángel Mena entraron para suplirlos. Parecía que las cosas quedarían así, con un D. Quevedo ya resignado y un Emelec que se alistaba a dar la vuelta olímpica en casa. Pero llegó el tercer tanto; el lateral Bagüí, desde el punto penal, terminó por sepultar al cuadro riosense.
Con la copa en mano, jugadores y dirigentes subieron al bus del club y en caravana formada por miles de hinchas recorrieron la Av. Quito, de las Américas y Orellana, hasta llegar a los Samanes, final del festejo ‘millonario’.