El sueño de algunos chicos es ser algún día futbolista profesional. Hay quienes faltan a la escuela y desobedecen a sus padres para conseguirlo. El argentino Jorge Sampaoli también tenía ese anhelo e inició sus entrenamientos en Newell’s Old Boys de su país natal.

Jugaba de volante por izquierda y destacaba por su inteligencia y facilidad para ‘leer’ e interpretar los partidos, a pesar de su juventud. Dentro de la cancha mostraba su intensidad para vivir el fútbol, algo que continuaría demostrando cuando se pasó al otro lado de la línea de cal. El argentino, nacido en Casilda (Santa Fe), se las tenía que arreglar prácticamente solo. El fútbol no le daba todos los recursos económicos que necesitaba y por eso trabajaba como cajero en el Banco Provincia. Más tarde compartió los entrenamientos con su trabajo en el registro civil en Los Molinos.

Su paso por Newell’s fue muy corto. A los 19 años sufrió una fractura de tibia y peroné que truncó su ilusión de llegar al profesionalismo. Evidentemente Sampaoli no quería alejarse del balompié y la opción era la de convertirse en entrenador.

Se le puso difícil, pues Sampaoli no fue futbolista y eso le restaba opciones para dirigir. Pero en 1987 se hizo cargo de Alumni, un club amateur del fútbol argentino.

El estratega después partió a Perú prácticamente de casualidad, cuando el presidente del club Juan Aurich buscaba refuerzos extranjeros y se lo presentaron. Su primera experiencia como DT no fue del todo buena: 1 triunfo en 8 partidos y tuvo que abandonar el equipo.

En esos tiempos Sampaoli no tenía el aspecto que muestra ahora: usaba grandes lentes, tenía más cabello y lucía una camiseta 3 tallas más grandes que él.

Pero en su interior se forjaba un entrenador auténtico. Por esa razón, luego de esa primera experiencia, no tardaron en llamarlo del Sport Boys. Pese a los malos resultados en Perú, agradó su forma de dirigir.

Esta vez sí consiguió hacer una buena campaña y al poco tiempo fue fichado por el Coronel Bolognesi. Su estrategia tenía réditos e incluso llegó a un grande de Perú: Sporting Cristal, por donde pasó sin éxito.

Sampaoli se identifica mucho con Marcelo Bielsa -a quien dice admirar- y consiguió hacer olvidar al ‘Loco’ luego de su gran éxito al frente de Chile. Mantiene un perfil similar e incluso en una ocasión aseguró que “me siento un bicho raro, porque soy muy antisocial por naturaleza”.   

Su primera incursión en Chile fue en el O’Higgins, donde no le fue mal. Luego llegó a Emelec, donde obtuvo el vicecampeonato en 2010. El presidente del club, Nassib Neme, siguió su carrera por varios meses antes de contratarlo.

Su momento cumbre fue en la Universidad de Chile, club con el que consiguió 5 títulos, lo que le valió para ser elegido como timonel de la selección chilena. La campaña en Eliminatorias fue de las más destacadas y consiguió meter a Chile en el Mundial Brasil 2014 siguiendo los pasos de su ídolo, Marcelo Bielsa. Su estilo es reconocido, así como su carácter, su pasión y apego por el fútbol.