“Quito demuestra que es la capital taurina de América”. Con esa frase el técnico de Ecuador, Reinaldo Rueda, ironizó y reprochó el comportamiento de los 25.000 hinchas que observaron anoche el partido amistoso de la Selección ante los extranjeros del fútbol local.

Desde el minuto 69, cada pase realizado por el equipo de foráneos fue aplaudido por los aficionados con el tradicional ‘ole’, en rechazo al juego pasivo que mostraron los seleccionados que militan en clubes locales. Esa actitud molestó a Rueda. “Los hinchas no deberían tener ese comportamiento. Quito y el Atahualpa se convirtieron en el fortín de 3 clasificaciones mundialistas”, enfatizó el DT caleño en la rueda de prensa posterior al partido que ganó Ecuador 2-1.

Durante los primeros 15 minutos de partido, la Tricolor lució despierta, generosa en los pases y en la producción de juego. En ese lapso anotó los goles. El primero llegó a los 4’ gracias a un remate preciso de Jonathan González, lateral de Independiente del Valle. A los 13’ Ángel Mena, el más habilidoso del elenco nacional, observó sin marca y entregó el balón a Carlos Tenorio, quien habilitó a Armando Wila; el delantero de Universidad Católica remató fuerte y venció al arquero argentino nacionalizado Esteban Dreer, quien juega con Emelec.

Pero dos minutos después llegó el gol del argentino Luis Miguel Escalada, quien venció al golero de Barcelona, Máximo Banguera.

Ese tanto desmoronó la claridad ofensiva y el buen dominio de balón que habían mostrado los dirigidos por Reinaldo Rueda.

La Tricolor se convirtió en un equipo lento e impreciso en los pases. Los errores en la entrega fueron comunes y los aciertos desaparecieron. No hubo conexión entre mediocampistas y atacantes, lo que provocó que Wila y Tenorio bajaran a la media cancha a buscar el balón.

Ni siquiera los seis cambios que hizo Rueda en la etapa de complemento vulneraron el ordenado planteamiento táctico de la selección de extranjeros dirigida por Pablo Repetto (Independiente) y Gustavo Quinteros (Emelec).

Pese a los reclamos, Rueda elogió el microciclo que le permitió observar nuevos elementos de cara al Mundial de Brasil 2014.