Por segunda ocasión en lo que va del año, la hinchada de Liga de Quito conspira  contra los intereses de su club. En el último partido ante El Nacional (domingo) varios aficionados de la  “muerte blanca” situados en la general nororiental lanzaron en el entretiempo una llanta que impactó a un gendarme y terminó en el anillo atlético del estadio Atahualpa. 

Además desprendieron una valla de seguridad que fue detenida por los escudos de protección de los policías ubicados en los límites de la cancha. “Rechazamos estos actos, que aunque los haya protagonizado gente identificada con Liga, lo que hacen es perjudicar económica y deportivamente a la institución”, refirió Santiago Jácome, gerente deportivo.

Los inconvenientes se registraron porque los policías impidieron que los miembros  de la “muerte blanca” llegaran hasta los hinchas “criollos” para recuperar una bandera “alba”.

La dirigencia “azucena” esperará  la reunión de hoy en la Ecuafútbol para conocer el informe del inspector del partido y sobre todo la decisión de la Federación Ecuatoriana respecto a los incidentes sucedidos.

De darse  la suspensión del estadio Casa Blanca para  el siguiente partido de local, Liga   apelará el dictamen de acuerdo con el debido proceso, y en lo posible evitando que la sanción sea para la fecha inmediata, que es mañana, ante Barcelona.

“Ir a jugar a una cancha donde Liga va a ser visitante también es dar ventaja y todos estos actos van en contra de la institución. Haremos de todo para defendernos, pero no se trata de eso sino de impedir que problemas de este tipo se vuelvan a registrar en un estadio del país”.

La primera vez que suspendieron Casa Blanca fue en mayo cuando Liga cayó 0-1 ante Emelec. En esa ocasión una botella impactó en el pecho del ex técnico  Omar Asad. Por eso jugaron el 15 de junio en el olímpico de Ibarra ante  Deportivo Quito.

Esa actuación de local (fuera de Quito) representó un perjuicio de 150 mil dólares por  movilización de personal  de apoyo y por la menor capacidad del escenario. “Una sanción de este tipo implica una gran pérdida en todo sentido. De nada sirve que el equipo gane en la cancha y pierda por situaciones ajenas”.