Hinchas de Aucas causan disturbios tras la derrota
El triunfo a domicilio del Gualaceo SC por 2-1 registrado ayer frente a Sociedad Deportiva Aucas, al término de la primera rueda de la segunda fase del Campeonato Nacional de la Segunda Categoría, tuvo un epílogo triste y vergonzoso, luego de que el juez del encuentro Mario Romero hiciera sonar su silbato, dando por terminado el partido.
Tras el cotejo, los jugadores locales abandonaron la cancha rumbo a los camerinos en medio del reclamo de los hinchas y ya en el interior, un grupo de exaltados burló las seguridades ante varios policías presentes y se las tomó con los futbolistas e intercambió golpes. Los futbolistas trataron de responder a las agresiones para preservar su integridad física, en un hecho lamentable y sin antecedentes en el fútbol quiteño.
Durante el encuentro, el plantel que dirige Ángel Pesántez había tomado ventaja merecidamente. Ante la falta de precisión de los atacantes orientales Gustavo Figueroa y Roberto Ordóñez, quienes no supieron resolver sendas opciones de gol generadas en los primeros 15 minutos, el onceno azuayo le tomó el pulso a su rival.
Patricio Minda y Nilo Valencia generaron jugadas de peligro para el marco de Chamorro en raudas incursiones que estuvieron a punto de culminar en las redes. La fracción inicial culminó sin goles. Tan pronto se reinició el encuentro, Patricio Minda con sorpresivo remate de derecha fuera del área, puso en ventaja al Gualaceo.
La hinchada auquista se quedó en silencio pero muy molesta ante lo sucedido, más aun cuando Jaime Vélez incrementó la cuenta (56’) con un remate a ras de piso desde 25 metros que caldeó los ánimos en las gradas.
El ingreso de Patricio Avilés, en reemplazo de Pedro Romo, generó nuevas ideas en el medio sector del Aucas cuyo dominio se tornó asfixiante, hasta que Avilés en un rebote dentro del área a raíz de un tiro de esquina, señaló el descuento.
La ocasión para la igualdad la tuvo el dueño de casa a los 79’ mediante la vía del penalti, pero Figueroa no cristalizó el lanzamiento ni en una segunda instancia, luego de que Hurtado bloqueó el remate.
Aucas continuó su labor pero ya sin mayor orden, hecho que facilitó la tarea defensiva de su adversario hasta cuando la exacerbación de los hinchas del patio comenzó a tomar carácter de violencia, siendo el arquero Luis Hurtado la primera víctima, con el impacto de una pedrada en su cabeza que lo dejó tendido en el césped, mientras que dos hinchas invadieron la cancha a dos minutos de que culminara el encuentro.
El incidente provocó la suspensión del partido y tras una larga espera de 20 minutos, el cotejo se reanudó pero el marcador se mantuvo inalterable.