Un incidente particular entre dos seguidores de Liga de Quito apagó la vida de Cristian Alejandro Calvache Sánchez, de 26 años, el último domingo en el encuentro que se efectuó en  Casa Blanca, cuando LDU recibió a Emelec.

El percance ocurrió en la general sur baja occidental, sitio en el que se ubica la barra brava Muerte Blanca.
Según la versión de Mario Calvache, hermano del fallecido, el problema se originó porque un hincha de la Muerte Blanca le pidió un sorbo de cerveza a  Cristian y  se negó,  por lo que acto seguido recibió un puñetazo que lo hizo caer y  su cabeza  impactó fuertemente contra los graderíos.

“El informe preliminar, elaborado por la Cruz Roja,   señala que el herido llegó con un severo traumatismo craneal hasta el hospital. Aquí se lo intentó reanimar por cerca de 30 minutos, pero sin ninguna respuesta. Solo con la autopsia se sabrá la causa real de su fallecimiento”, indicó Juan Barriga, director del hospital Pablo Arturo Suárez, donde fue trasladado el herido tras el incidente.

Además, el galeno detalló que Cristian llegó con aliento a licor, con un  hematoma en el lado derecho del cráneo y  con un grado de conciencia de 4, que médicamente representa pocas posibilidades de sobrevivir.

La familia del fallecido ya puso la denuncia en la Policía Judicial y espera que LDU  facilite  los videos que registran   los pormenores de lo sucedido.

“Solo supe que mi hijo fue al partido y que ahí tuvo un incidente que terminó con su vida. Nosotros haremos todo para que esto no quede en la impunidad”, sostuvo Mariela Sánchez, madre del difunto.

Julio Álvarez, encargado de la seguridad en el estadio de Ponciano, manifestó que todas las imágenes registradas por las 7 cámaras con las que cuenta el escenario  se encuentran en poder de la Policía, ya que a los uniformados  les entregan la cabina de control en cada programación.

El gerente ejecutivo de LDU, Esteban Paz, mencionó que su dirigencia constantemente pide mesura a sus aficionados y que incluso se adecuaron viseras de protección en el límite que separa la bandeja alta y baja en la general sur. Eso impide que los objetos que se lanzan desde arriba, donde se  ubica la barra visitante, impacten en los hinchas  que están en la parte baja.

“No hubo incidentes entre barras, pero es lamentable una pérdida humana. Nosotros vamos a colaborar para que esto llegue hasta las últimas consecuencias, porque el problema de la violencia no puede salirse de nuestro control. Hay que tomar medidas severas”.

El ministro del Deporte, José Francisco Cevallos, se pronunció sobre el tema: “Tenemos que tomar una medida  drástica, imponer sanciones duras a todo nivel, cueste lo que nos cueste, porque esto no se puede estar registrando. Parece que vamos al estadio a una cosa diferente. Se debe solo ir para   alentar los equipos”.

Cevallos también mencionó que, aunque siente un cariño especial por el cuadro de la Universidad Central, pedirá una sanción: “Aunque ellos no tengan ninguna culpa, deberán ser sancionados por ser los organizadores del espectáculo”.

Otra vez la Muerte Blanca

Es la segunda vez que la barra brava Muerte Blanca está implicada en el deceso de una persona. El 21 de junio de 2009, David Erazo, de 17 años, hincha de El Nacional,  recibió cuatro puñaladas en el torso,  varios cortes en los brazos y  golpes en la cabeza.

En ese caso fue apresado Elías Barberán como presunto autor del delito, pero tras 15 días de reclusión en el Centro de Detención de Detención Provisional salió en libertad por falta de pruebas y supuesto abuso de poder de la Policía.

El 21 de agosto del año pasado, esa misma barra lanzó un neumático al campo del Atahualpa en un partido ante El Nacional. Como nadie resultó herido, Liga solo fue multada con 800 dólares por la FEF.