Hicieron de todo por una entrada del “Ídolo”
No importaron los obstáculos. Pese a que la dirigencia de Deportivo Cuenca anunció el viernes que en las boleterías del estadio se iba a priorizar la venta de entradas a la gente con cédula de ciudadanía cuyos primeros dígitos empiecen con 01, es decir pertenecientes al Azuay, David Enríquez y Marcela Franco llegaron a Cuenca ayer para “probar suerte” y adquirir boletos para el cotejo entre el “Expreso Austral” y Barcelona, que se disputa hoy desde las 12:00 en el Alejandro Serrano.
Esta pareja guayaquileña arribó a la capital azuaya ayer a las 05:00 para intentar conseguir cinco localidades; dos para ellos y el resto para unos familiares que deben llegar hoy, para presenciar el encuentro que definirá si la escuadra amarilla es finalista del campeonato local.
“Lo planificamos ayer (viernes) a las 10 de la noche, inmediatamente hicimos las maletas y viajamos (01:00). Por suerte, conseguimos cuatro generales, lamentablemente nos falta una, pero ya vamos a ver cómo conseguimos”, contó con su boleto en mano David, quien tiene 32 años y aseguró que alienta a Barcelona en todos los partidos cuando juega de local.
El aficionado “amarillo”, que compró la entrada a las 11:30 -a las 09:00 se abrieron las boleterías-, confesó que nunca perdió la fe y a pesar de que la prioridad para adquirirlas la tenían los azuayos, “algo dentro de mi corazón me motivó a viajar hasta la Atenas del Ecuador”.
“En principio me pareció regionalismo que no quisieran vendernos las entradas. Creo que ver a tanta gente que viene desde afuera hizo que se entienda que Barcelona es el pueblo”.
David aún no sabe en qué lugar de la general se va a ubicar, aunque dio otros detalles, como el resultado y el cántico favorito que va a entonar. No tuvo reparos en pronosticar que van a ganar 1-0, “no pido más. No me interesa si es con gol de (Damián) Díaz o (Narciso) Mina o si es con gol en contra, o como sea… lo que sí sé es que Barcelona estará en la final y lo apoyaré gritando: Somos amarillos, y yo te vengo a ver… salir campeón”.
El aficionado “torero” recuerda como si fuera ayer cuando el “ídolo del Astillero” levantó su último título, en 1997, tras derrotar a Deportivo Quito. Considera que el maleficio de no poder ser campeones se romperá hoy.
“Mañana (hoy) ganamos y clasificamos a la final del campeonato. Ya es hora de que el equipo más importante del país esté en la parte más alta. Hasta el momento todo lo que han hecho los jugadores ha sido fantástico”.
A diferencia de su esposo, Marcela, de 24 años, estaba muy “chiquita” cuando el “Ídolo” obtuvo su última estrella -tenía 9 años- y no posee muchos recuerdos de aquel momento, pues siempre era persuadida para arengar al rival acérrimo de los “toreros”: Emelec.
“Cuando Barcelona derrotó a Deportivo Quito era muy niña y mi papi (Miguel) me intentaba hacer hincha de esos manes (Emelec) a como dé lugar. Por suerte, entré en razón años después y desde allí soy barcelonista a muerte y he seguido al equipo siempre con el corazón a donde sea que vaya”.
El pronóstico de los dos hinchas amarillos es positivo, aunque con diferente marcador. Él espera una victoria “como sea”, mientras que su esposa es más exigente y anhela un 3-0.
“El patucho Damián Díaz es el que siempre hace cosas distintas y sorprende. Ojalá mañana (hoy) me dé otra alegría y marque los tres tantos de mi equipo para poder estar en la final”, suelta con entusiasmo.
Los fanáticos barcelonistas pasaron la noche en casa de un familiar, en el cantón Gualaceo, a unos 80 kilómetros de la ciudad.
Manifestaron que la manera de retornar a Guayaquil es lo que menos interesa, pues ya han cumplido con el equipo del que son hinchas irredentos.