Mentes frías y corazones calientes se advirtieron en los integrantes del seleccionado nacional que ayer se desplazaron hasta Puerto La Cruz, en donde mañana enfrentarán a su similar de Venezuela en el último compromiso de las eliminatorias sudamericanas correspondiente al año que decurre.

Sin el menor vestigio de preocupación, pero reconociendo que el compromiso es duro y difícil, los jugadores confían en el potencial del equipo que tiene un gran funcionamiento para la práctica del buen fútbol, reconocido por técnicos y prensa especializada,  y en el estadio José Antonio Anzoátegui esperan ratificarlo a despecho de no contar con elementos de indiscutible repercusión como el delantero Felipe Caicedo y el volante Fernando Saritama, que no viajaron con el plantel por encontrarse suspendidos.

Adicionalmente, el mediocampista Renato Ibarra, de los registros del club Vittese de Holanda, tampoco fue parte de la delegación que se integró con 20 jugadores, por encontrarse lesionado producto de una ruptura fibrilar, razón por la cual quedó desafectado del elenco tricolor y con el correspondiente informe médico de Patricio Maldonado, ayer se gestionó su retorno al club europeo.

Han transcurrido cuatro años desde aquel cotejo escenificado en el mismo estadio Anzoáteguí, en donde el 15 de octubre del 2008, Venezuela dio cuenta de Ecuador por 3-1, con anotaciones de Giancarlo Maldonado, Alejandro Moreno y Juan Arango, una vez que la tricolor se puso en ventaja con un tanto de Isaac Mina.

Aquel episodio no es un estigma para los tricolores, cuya mentalidad es muy abierta para vivir un presente y futuro muy promisorios. Sin ocultar su satisfacción por el triunfo alcanzado frente a los chilenos, el capitán del elenco ecuatoriano Walter Ayoví, sostuvo que   tiene su importancia y relevancia para seguir manteniendo aquella racha de sumar de a tres: “falta un partido más para terminar esta fecha de la clasificación, pero igual, el equipo se encuentra  solamente con  dos bajas ya conocidas (Saritama y Caicedo) por acumulación de tarjetas, de ahí  porque es un partido más difícil del que jugamos con Chile”, dijo  el volante del Monterrey.  

La idea y la consigna es buscar los tres puntos: “creo que vamos por eso, vamos a trabajar para sacar un buen resultado, ojalá que las cosas se nos puedan dar como todos nosotros pensamos; hay que respetar siempre a todos los rivales por igual; ellos (Venezuela) saben a quién se van a enfrentar en estos momentos, sabemos que estamos creciendo y en cada compromiso nuestra idea es conseguir los puntos necesarios que nos den la tranquilidad para buscar una clasificación”, sostuvo.

Por su parte, Frixon Erazo advirtió que no importan los nombres, sino los jugadores con gran aplicación y experiencia táctica para hacer un buen trabajo. “Le tocó jugar a Gabriel (Achiller), lo hizo de muy buena manera, la concentración primó en la parte defensiva y eso es importante para no dejar muchos espacios”, sostuvo el zaguero del Barcelona ecuatoriano.

Luego de una práctica vespertina realizada ayer en la cancha principal de la Casa de la Selección, sin acceso para los medios de información, el elenco nacional se desplazó hasta el aeropuerto Mariscal Sucre para tomar la nave que lo transportó hasta suelo “llanero”, para arribar alrededor de las 21:30 y de inmediato dirigirse al hotel.
Hoy se realizará el  reconocimiento de la cancha.