“Cuando pasa el carro escoba tienes dos opciones; subirte al auto y quedar eliminado o seguir en la carrera bajo tu propia responsabilidad, porque ya nadie vela por ti”, afirmó Sebastián Guayasamín, piloto del equipo Ecuador Dakar que participó en la edición del rally más extremo del mundo que finalizó el sábado pasado en Valparaíso en Chile.

Él junto a su copiloto Óscar Carreño dejaron de participar en la quinta etapa de 911 kilómetros entre Chilecito y Tucumán en Argentina.

Los problemas mecánicos impidieron que la primera dupla ecuatoriana que participa en las 36 ediciones del rally Dakar, pueda continuar recorriendo los terrenos de Argentina y Chile.

Bajo temperaturas que superaban los 40ºC y tras haber recorrido más de 400 kilómetros lograron llegar a una gasolinera y pasaron 7 horas tratando de arreglar su Toyota Fortuner que no se prendía. “Habíamos perdido las esperanzas, pero logramos cambiar el inyector y continuamos la carrera”.

Pero ese arreglo los obligó a empezar la segunda parte del especial de 350 km, a la 01:00 que lo finalizaron a las 07:00. “Allí estuvieron nuestras horas de supervivencia donde no buscábamos llegar, sino sobrevivir”, enfatizó el quiteño de 33 años de edad.

A esa hora (01:00) ya pasó el carro escoba de la organización, que llevaba a los pilotos rezagados que abandonaron. Y por la mente de los quiteños recorrió una idea escalofriante: “Si me ocurre algún percance, no tengo a nadie que me saque; y ya no se vuelve una situación de mantener un puesto o aparecer en la televisión sino llegar sano y salvo al campamento, tomar agua, comer y descansar”.

Pero ese percance no fue el único que tuvieron que atravesar durante la etapa en el desierto argentino. A las 04:00, el automóvil quedó enterrado y pasó una hora hasta que puedan continuar.

DATOS

El Toyota Fortuner que utilizó la dupla ecuatoriana presentó fallas en la inyección del combustible, los inyectores se dañaron y tuvieron que ser reemplazados.

Para que vuelva a funcionar el vehículo, cambiarán íntegramente el motor por uno nuevo y el viejo lo desecharán.
En las próximas semanas los quiteños retomarán los entrenamientos dentro del país.

En abril arrancarán con el Desafío Ruta 40 en Argentina, continuarán con el Desafío Guaraní en julio en Paraguay y finalizarán en septiembre en Perú con el Desafío Inca.

Desde las 07:00 que acabaron el especial, aún les restaban 180 kilómetros adicionales por carretera hasta el campamento en Tucumán. ‘Ecuador Dakar’ arribó una hora después de que se levantó la mesa de control y por reglamento se lo descalificó.

Pero la preparación mental de ambos los ayudó a completar cinco de las 13 etapas que comprendía el recorrido hasta el puerto chileno de Valparaíso.
“El Dakar donde más te presiona es en la cabeza y hay que saber mantener la calma y evitar la ansiedad”, reveló el deportista.

Además de ello, el cansancio y las distancias juegan en su contra, porque diariamente tuvieron que manejar al menos 14 horas.

Esa ansiedad por continuar recorriendo que vivieron en la quinta etapa, la comparó con un nadador que se encuentra solo en medio del océano. “Estas botando en la mitad de las dunas en la noche sin saber qué hacer. Le debe pasar lo mismo a un nadador que debe avanzar 300 kilómetros hasta llegar a la orilla”.

Pero el infortunio más grave que sufrieron Guayasamín y ‘Kike’ Carreño, como se lo apoda al copiloto, se produjo en la segunda etapa de 765 kilómetros entre las poblaciones ‘gauchas’ de San Luis y San Rafael, por las dunas de Nihuil.

Por la noche, el Toyota Fortuner de Ecuador Dakar cayó en una zanja en la que ese día se accidentaron cinco automotores más. Trataron de cruzar por un costado pero el auto perdió balance y quedó completamente boca abajo.

El parabrisas y los espejos terminaron destrozados. Gracias a un camión de asistencia de una pareja holandesa pudieron continuar.

La mayor enseñanza que le dejó a Guayasamín el rally Dakar es que los triunfos y éxitos se construyen gracias a la experiencia y saben que en la edición 2015 irán más preparados porque la exigencia de esta prueba supero todas sus expectativas.