Génesis Corozo le da un batazo a los problemas
Parecería que Génesis tuviese su sonrisa impregnada en el rostro. Todo es un juego para ella, aunque su vida no es de “color de rosa” como su cara lo refleja. Sus ocupaciones son múltiples, entre ellas estudiar, entrenar sóftbol y béisbol, ayudar en su casa y trabajar... sí, trabajar a sus 10 años.
El día de Génesis Corozo inicia a las 06:00. Su primera faceta es la de estudiante. Empieza clases en la escuela Carlos Pérez Perasso de Durán a las 07:30, en la que cursa el séptimo año de básica.
“Me despierto tempranito, a veces todavía está oscuro, de ahí me voy a la escuela, estudio y entreno sóftbol. Eso en la mañana. Luego me pongo a hacer los deberes y después me voy al béisbol”, cuenta Génesis, quien por su desempeño podría ganarse una beca en el colegio Liceo Cristiano de Guayaquil.
A sus 10 años, Génesis no asimila la responsabilidad de ya trabajar y ser un apoyo para su familia... todo lo hace por diversión.
“Apenas se acaba la práctica de béisbol (17:30) cojo un bus y me voy a la gasolinera (ubicada en la principal de Durán) para vender lo que haya. A veces globos de la pantera rosa o caramelos, todo depende de lo que mi mami tenga”, indica Génesis, quien espera llegar a la universidad.
“La beca me alegra, ya que quiero estudiar mucho para llegar a la universidad. Yo quiero ayudar a mi familia, por eso quiero ser doctora”, comenta.
La pequeña deportista asegura que sus seres queridos son fundamentales para que continúe en el deporte. “Mi familia me apoya, me dice que siga adelante. Yo quiero ayudar a mi mami, para que ya no tengamos que trabajar en la calle”, manifiesta Génesis.
Los entrenamientos de sóftbol los realiza por las mañanas (horas de educación física) con el profesor Javier Merizalde, él fue quien le preguntó si quería jugar béisbol.
“Su entrega hacia el deporte es fenomenal, por eso le recomendé que practicara también béisbol. La vida de esta niña debe ser de ejemplo para muchas personas”, lanza Merizalde, quien también es su entrenador en béisbol.
A pesar de sus múltiples actividades, Génesis asegura que nunca termina cansada. “También me gusta jugar fútbol con mis hermanos. Cuando puedo les enseño béisbol a mis amigos”, indica la pequeña de 10 años.
Génesis cuenta que para ella no hay mayores diferencias entre el béisbol y el sóftbol... “a mí me parece la misma cosa. Yo prefiero los entrenamientos de béisbol, ahí tengo más amigos y me divierto mucho”.
De las prácticas, lo que más le gusta a Génesis es el momento de las carreras. “Cuando me toca batear solo pienso en pegarle a la bola, ya que quiero salir corriendo, yo le gano a todos”, asegura.
En la calle, su lugar de trabajo, Génesis es la misma que cuando estudia o práctica deporte... es espontánea, dinámica y colaboradora. Cuando se acerca a un carro con su funda de caramelos, ella mantiene una sonrisa. “No voy a estar aquí siempre, voy a ser doctora”, lanza.