Las protestas populares en Brasil y los recientes episodios de violencia vividos en Río de Janeiro no están asustando a los extranjeros que pretenden viajar al Mundial de fútbol, afirmó ayer el director de Marketing de la FIFA, Thierry Weil.

“Desde el punto de vista de los turistas no sé. Entre nuestros socios comerciales hay discusiones, presiones, pero nadie se ha retractado de traer a sus invitados”, afirmó Weil en una mesa redonda realizada con periodistas en Río de Janeiro.

El directivo de la FIFA reafirmó su confianza en las autoridades brasileñas y en los planes de seguridad, por lo que consideró que el Mundial será “seguro” a pesar de que se repitan protestas o disturbios. “Todo el mundo cree que será una de las mayores fiestas que se celebrarán en el mundo”, opinó Weil, que además informó de la alta demanda por entradas, tanto de brasileños como de extranjeros.

Hasta ahora han sido distribuidos cerca de 2,7 millones de localidades, del total de las 2,9 millones que la FIFA ha puesto a disposición del público, patrocinadores y federaciones nacionales.

El 58 por ciento de las entradas han sido adjudicadas a brasileños y el 42 por ciento restante a ciudadanos de 190 países, un dato que en opinión de la FIFA muestra la confianza de los extranjeros en la organización del torneo que comienza el próximo 12 de junio en Sao Paulo.

Otros de los temas que tomó relevancia la tarde de ayer fue el anuncio realizado por el ministro brasileño de Aviación Civil, que admitió que el aeropuerto internacional de Río de Janeiro podría sufrir apagones eléctricos durante la Copa Mundial. El pasado 18 de abril se registró un apagón de 15 minutos.