Fernández “amuralló” su arco
Barcelona nuevamente dejó escapar la oportunidad de sacar ventaja en su objetivo de ganar la primera etapa. Ayer empató 0-0 frente a Liga Deportiva Universitaria de Loja en el inicio de la vigésima fecha del campeonato ecuatoriano de fútbol.
El golero Luis Fernández se convirtió en la figura del partido tras detener dos penales en el primer cuarto de hora de juego.
El primero se dio a los dos minutos cuando el árbitro Carlos Vera decretó la pena máxima por una mano del zaguero Arnaldo Vera.
Al cobro fue el volante argentino, Damián Díaz, quien intentó anotar al estilo del uruguayo Sebastián Abreu, pero el portero bloqueó el débil disparo con una sola mano.
Mientras en la cancha los visitantes tenían la pelota y el control del juego; en las tribunas los aficionados seguían lamentando la oportunidad que falló el “Kitu”.
A los 14’, otra vez a los “toreros” se les presentó la ocasión de adelantarse en el marcador después de que José Aguirre derribara en el área a Miguel Ibarra y otra vez Vera dictaminara la falta penal.
Narciso Mina lo ejecutó y otra vez Fernández impidió la caída de su pórtico. La fanaticada lojana festejaba la épica acción del golero que ya se convertía hasta ese momento en figura.
En la banca, el estratega Gustavo Costas no lo podía creer. Gesticulaba con sus brazos en señal de molestia, corría de un lugar a otro, gritaba...
A partir del primer cuarto de hora del juego, las acciones se iban equilibrando. Los lojanos copaban de a poco el campo barcelonista y llegaban con peligro sobre el arco defendido por Máximo Banguera.
Díaz, en su intento de resarcirse con la hinchada y consigo mismo pedía la pelota para armar acciones de riesgo. Un disparo suyo a los 22 minutos inquietó a Fernández, pero éste contuvo en dos tiempos.
El delantero de Liga, Franklin Salas, iba apareciendo y con ello la zaga “torera” tomaba las precauciones para no ser sorprendida.
El “Mago” tuvo la chance de abrir el marcador cuando dentro del área no alcanzó a conectar un centro de Armando Gómez. A los 28’, otra vez Salas no logró anotar, ya que frente al arco remató desviado.
Barcelona no jugaba mal, pero los penales fallados incidieron en lo anímico. El rostro de desconcierto en algunos de sus jugadores era evidente, a ello se sumaba las reprimendas que Costas les daba desde el área técnica.
De su lado, Pául Vélez pedía tranquilidad a sus dirigidos, que tuvieran la pelota y a sus delanteros les indicaba que buscaran los espacios.
Ya en el segundo tiempo y con otra actitud, ambos equipos salieron con la obligación de ganar porque el empate no les servía, pero fueron los dueños de casa quienes propusieron más en el aspecto ofensivo.
Salas se convirtió en una pesadilla para Pablo Saucedo y Miguel Ibarra, debido a que los encaró y los dejó en el camino cuando quiso.
Una apilada del brasileño Fabio Renato fue frenada por Jayro Campos. La acción fue reclamada por el delantero “albo”, ya que le hizo seña al juez de que había sido tomado del brazo y por tanto pedía penal.
Costas, en su intención de ganar mayor peso ofensivo, dispuso el ingreso de Michael Jackson Quiñónez por José Ayoví. No obstante, el volante jugó apenas 7 minutos debido a que se lesionó y tuvo que ser reemplazado por Pablo Lugüercio.
El trámite del compromiso se fue diluyendo, a tal punto que el entrenador Vélez renunció al ataque remplazando a su mejor jugador, Salas, por Cristian Cordero.
De su lado, Díaz intentaba con remates y regates para “expiar su culpa” por el penal que falló. Sin embargo, el juego no dio para más y quedó igualado 0-0.