Parecía que todo estaba listo para que el conjunto “millonario” llegara a los cuartos de final de la Copa Libertadores por tercera vez en su historia, pero no fue así. La misma historia que indica que los azules nunca han sacado ningún punto en Brasil fue la que condenó al equipo que comenzó bien, pero que una vez más debido a su falta de definición quedó fuera de combate en una competición internacional.

Emelec empezó el partido como estaba previsto: ejercía presión en campo contrario y esperaba algún error del conjunto local para, a través del contragolpe, hacer daño.

El “flu” era el cuadro que presionaba y buscaba el tanto que le diera la clasificación, pero el “bombillo” marcaba ordenadamente y tuvo las primeras opciones claras de gol. Marlon de Jesús, a los 14 minutos, recibió un pase de Enner Valencia y solo ante Diego Cavalieri sacó un remate al cuerpo del portero brasileño que atrapó el balón sin problemas; 5 minutos más tarde fue Valencia quien interceptó un pase en el mediocampo y corrió alrededor de 30 metros hasta el área contraria, donde remató sin fuerzas y la pelota fue controlada por Cavalieri.

Fluminense no encontraba la forma de llegar con peligro al pórtico defendido por Esteban Dreer, hasta que al minuto 28 un centro desde la izquierda fue conectado de cabeza en el área por Fred y el atacante brasileño puso la primera del partido.

La anotación desubicó al elenco visitante que no pudo recuperarse del golpe anímico. En cambio, los locales se fortalecieron y controlaron el balón hasta el final de la primera parte.

Para la segunda etapa los papeles se cambiaron, ya que los azules salieron con el ímpetu necesario para lograr el empate (no esperaban el ataque contrario sino que proponían el juego, a diferencia de los brasileños  que dejaban que su rival tuviera el control del esférico a la espera de cualquier error).

Enner Valencia y Marlon De Jesús volvieron a tener en sus pies las opciones de gol para los “eléctricos”, pero la falta de calidad para definir les costó caro.

Pedro Quiñónez comenzó a tomar control del balón y era el conductor del equipo. Emelec mejoraba con el pasar de los minutos, pero le faltaba claridad y profundidad. Por eso a los 61 minutos Gustavo Quinteros, técnico del “ballet azul”, ordenó el ingreso de Marcos Caicedo por Enner Valencia.

El profesor intentaba que se jugara más cerca del arco del “flu” y tener más vertigo en la delantera, pero ninguna de las dos cosas sucedió.

Los minutos pasaron y el ímpetu emelecista se fue apagando. La situación se agravó más cuando a los 78 el central Gabriel Achilier fue expulsado por agresión sobre un rival. Los “millonarios” ni siquiera asimilaban la primera expulsión cuando 4 minutos más tarde se quedaban con otro jugador menos.

Pedro Quiñónez recibió doble amarilla y fue expulsado por el árbitro peruano Víctor Carrillo. Con solo nueve jugadores la remontada se puso difícil, aún más cuando a los 84 minutos tras un robo de balón los “tricolores” marcaron el segundo tanto (el autor fue el lateral zurdo Carlinhos).

El ingreso de Fernando Gaibor no fue solución alguna para los “eléctricos” que ya no pudieron generar llegadas de peligro sobre el arco brasileño. Con el pitazo final del juez central la ilusión del club ecuatoriano se desvaneció y una vez más se quedó a las puertas de una “hazaña” histórica.