“Es la tercera vez, pero siento nervios”
Pelear la distinción de convertirse en triple campeona panamericana en la edición XVI de los Juegos que se disputan desde ayer en Guadalajara, es la misión de la pesista Alexandra Escobar, quien aún siendo una de las favoritas en el certamen internacional siente nervios, porque considera que sus rivales también se han preparado y otras incluso están “más jóvenes” que ella.
“Es muy duro sentir la presión, porque todos están pendientes de ti, por eso hay que poner los nervios templados. Estoy un poco nerviosa porque todo el mundo me dice: ahora vas a competir y fácilmente vas a conseguir la tercera; pero no es así, porque igual las demás también han entrenado fuerte... Vamos a darle duro con toda la fuerza para traer el tercer oro”, manifestó Alexandra, de 31 años, durante su estadía en Guayaquil, previo a su viaje a México.
Ella, que competirá del 23 al 27 de este mes, es una de las esperanzas de medalla para el país, a más de los deportistas de atletismo. Por ello, la esmeraldeña reconoció que se siente muy preparada para obtener una nueva presea en los Juegos Panamericanos, tras su entrenamiento y concentración durante 5 meses en Guayaquil y 3 semanas en la capital.
“Nos ha ido bien, gracias a Dios; a Quito siempre acudimos para trabajar en la altura antes de cada competencia internacional, con el propósito de aumentar nuestros niveles de peso. Lo hacemos para levantar más y esperamos llegar en las mismas condiciones o mucho mejor”, añadió la también madre de un niño de 5 años.
Su hijo Dominic Ramsés es cuidado por su esposo Darío García Betancourt y su suegra Miriam, a quienes les dedica sus triunfos, y es por ellos que continúa en esta carrera que le ha dado varios títulos a nivel nacional e internacional.
“Cuidan siempre a mi hijo, desde que nació, cuando no estoy; gracias a Dios tengo un buen marido... Es difícil estar lejos de mi hijo, porque ya está en la escuela y necesita atención con las tareas, aunque la abuela lo ayuda, lo consiente mucho y le deja pasar las cosas”, ríe, “en cambio, la madre no”.
A la monarca Nacional, Bolivariana y Sudamericana en halterofilia se le hace complicado tener que alejarse tanto tiempo de su familia, que vive en la “provincia verde”, pero confesó que aparte de sacrificarse por ellos lo hace para cumplir con su meta, fijada desde que empezó a levantar pesas.
El obtener una medalla en los Juegos Olímpicos no se ha convertido en una obsesión, pero sí en una ambición para quien ya ha participado en dos ediciones, Atenas 2004 y Beijing 2008, en donde se ubicó en séptimo y quinto lugar, respectivamente.
“Creo que serán mis últimos Juegos Olímpicos (en Londres), no creo que llegue a otros, espero que Dios me ayude con una medallita de cualquier color, es lo único que pido. Ya he ido dos veces y espero que la tercera sea la vencida... no me gusta dejar las cosas a medias”, indicó una risueña Alexandra.
La deportista de 31 años competirá en noviembre próximo en el Mundial de halterofilia para conseguir su cupo a Londres 2014.
Un equipo de 4 mujeres y 6 varones peleará su clasificación. Está conformado por: Seledina Nieves, Alexandra Escobar, Rosa Tenorio y Martha Malla; y por los hombres: Julio Arteaga, Ricardo Flores, Enrique Valencia, David Arroyo, Julio Idrovo y Eduardo Guadamud.
Aún no quiere adelantarse a su futuro después de Londres, ya que prefiere esperar los resultados de aquel evento. “Si sigo, quizás solo lo haga a nivel local”, se justificó.
Una Alexandra “fuerte” también aseguró que la delegación compuesta por 10 pesistas está en la mejor forma para México, y de todos puede haber sorpresas. “Ya hemos superado todas las molestias y lesiones que afectaban nuestro rendimiento”. Para su preparación rumbo a Inglaterra cuenta con el apoyo del Ministerio del Deporte, que otorgó becas de $ 40 mil a cada uno de 60 deportistas.
Al preguntarle sobre lo qué piensa antes de una competencia y evitar que la consuman los nervios como le pasó en los Juegos de Beijing, contestó que no piensa en nada y que su mente queda en blanco para concentrarse en la prueba. “Si tengo algún problema, lo olvido y se queda afuera para terminar bien aquello en lo que me he preparado por tanto tiempo”.