Parece una fiebre que se ha extendido por todo el continente. Los técnicos argentinos se han apoderado de la mayoría de banquillos del fútbol sudamericano, tanto así que 6 de 10 selecciones son dirigidas por profesionales de ese país: Gustavo Quinteros (Ecuador), Jorge Sampaoli (Chile), Ramón Díaz (Paraguay), José Pékerman (Colombia), Gerardo Martino (Argentina) y Ricardo Gareca (Perú) compiten contra un uruguayo, un brasileño, un boliviano y un venezolano.

Y la cantidad va acompañada de la calidad. Que los estrategas argentinos atraviesan un gran momento lo confirma Quinteros con su desempeño a cargo de la Tricolor y su bicampeonato con Emelec en las temporadas 2013 y 2014. Justamente es él quien ha dejado la posta para que Omar De Felippe intente mantener la hegemonía azul y de timoneles ‘albicelestes’ en lo más alto del torneo ecuatoriano. Pero si no es De Felippe, podría ser Luis Zubeldía el entrenador que se convierta en el sexto argentino que logre la corona de forma consecutiva.

Desde 2009, año en el que Rubén Darío Insúa levantó la copa con el Deportivo Quito, ningún técnico no argentino ha podido dar la vuelta olímpica. Un año después Edgardo Bauza festejó por segunda vez en un campeonato ecuatoriano con Liga -el primero en 2007-, igualando a Insúa que conquistó su primer título en 1997 a cargo de Barcelona.

Y así como Insúa conquistó en Ecuador su primer título como entrenador, De Felippe y Zubeldía tienen la posibilidad de estrenarse como campeón en primera división. En 2011, la corona no solo que se quedó nuevamente en manos de un argentino, sino que por séptimo año seguido se quedó en la capital. De la mano de Carlos Ischia, ahora timonel del Aucas, el Deportivo Quito logró su tercer título en 4 años.

Y en 2012 otro argentino, Gustavo Costas, logró acabar con una sequía de 14 y 10 años de Barcelona y el fútbol guayaquileño, respectivamente. Fue el sucesor de Ischia como campeón y el de Zubeldía en el plantel amarillo, casualmente técnicos que otra vez han sido protagonistas en 2015, ahora con Aucas y Liga (Q), en ese orden.

En 2013 llegó la era de Quinteros, el técnico de moda en Ecuador. Con su trabajo le dio a Emelec su undécima corona después de 11 años sin vueltas olímpicas y un año después lo guió hacia su tercer bicampeonato. El éxito lo llevó a la selección ecuatoriana, donde ratificó su gran valía como conductor.

Quinteros lleva tres años como el gran personaje del fútbol ecuatoriano, pero en esta temporada compartirá las mieles del triunfo con un compatriota, mejor para él si llega a ser De Felippe, por su familiaridad con Emelec. Si no llega a ser considerado el mejor DT de Sudamérica en 2015 se debe a la conquista de Sampaoli, ex-Emelec, en la Copa América con la selección chilena. Y no es que sea fácil quedar campeón en este país. Según Insúa, los lugares más difíciles para obtener el título son Brasil, Argentina y Ecuador.

En las últimas 6 temporadas, los entrenadores ‘albicelestes’ lograron superar a los ecuatorianos en cantidad de títulos en la historia del balompié nacional: 19 a 15. Y así también de 37 entrenadores campeones, 13 son argentinos, mientras que 8 son nacionales. Los brasileños son los terceros más ganadores en Ecuador, 10 títulos entre 5 profesionales. Sin embargo, ningún técnico argentino ha logrado la marca de dos nacionales: Ernesto Guerra y Héctor Morales (+) consiguieron cuatro títulos cada uno. Lo cierto es que el fútbol ecuatoriano ha sido un gran impulso para entrenadores argentinos, como Miguel Ángel Brindisi, Insúa, Julio Asad, Bauza, Sampaoli, Jorge Habegger o Salvador Capitano, quienes después de su paso por el país llegaron a manejar equipos importantes de América. Incluso, en las tres finales de Copa Libertadores de un equipo ecuatoriano el entrenador fue ‘gaucho’.

“La mayoría de entrenadores que ha pasado por Ecuador ha hecho las cosas bien, por ello los dirigentes confían en la capacidad de los técnicos argentinos”, opina Gabriel Perrone, estratega ‘gaucho’, que si bien no logró un título en el balompié nacional hizo un gran trabajo en Olmedo, Deportivo Cuenca y Emelec. Con él, el ‘Bombillo’ arrancó, en octubre de 2008, el proceso que lo tiene ahora en la cima. El equipo azul fue el que más puntos ganó en 2009, pero finalizó tercero tras no haber llegado a la final.

“Creo que la forma de trabajar (de los entrenadores argentinos), la exigencia y las ganas de triunfar marcan la diferencia (entre ellos y los profesionales de otros países)”. Después de Perrone, la directiva azul siguió apostando en su mayoría por profesores de la misma nacionalidad. Llegaron Sampaoli, Asad, Quinteros y De Felippe. A los uruguayos Juan Ramón Carrasco y Marcelo Fleitas no les fue bien.

En Liga, en cambio, si existe un técnico catalogado como el más ganador de la historia, ese es Bauza. Responsable de la primera conquista de la Copa Libertadores para los ‘albos’ y para el fútbol ecuatoriano, decidió abandonar el plantel para refrescar el ambiente y quien salió favorecido fue el uruguayo Jorge Fossati, quien ganó una Recopa sudamericana y la Copa Sudamericana; sin embargo, el ‘Patón’ volvió para ganar una recopa más y un campeonato local para la ‘U’ en 2010. Bauza, sinónimo de éxito y de proceso, recomendó a los dirigentes ‘blancos’ que contrataran a Zubeldía para comenzar un nuevo proceso y volver a meter al equipo entre los mejores. Lo ha logrado en parte, porque progreso sin título deja un sabor agridulce. (I)