Wimbledon tendrá hoy una final diferente en la rama femenina. Sabine Lisicki (24) y Marion Bartoli (15) rompieron esta semana todos los pronósticos y esta mañana (06:00) protagonizarán una inédita y sorpresiva final sobre el césped londinense. 

Esta es la primera final de Grand Slam para Lisicki y la segunda para Bartoli, que en 2007 disputó el título de este mismo torneo pero lo perdió ante Venus Williams.

Lisicki llega a esta final con la motivación extra de haber dejado en el camino a tres campeonas de Grand Slam: Schiavone en primera ronda, Stosur en tercera y Serena Williams en cuarta ronda. A esto se suma su victoria en semifinales sobre la finalista del año pasado, la polaca Agniezca Radawanzsca. Por su parte Bartoli tuvo un camino más fácil, aunque aquello no le quita méritos a su clasificación.

De todas maneras, aunque Bartoli tiene un mejor ranking, es Lisicki quien llega como favorita por su ya mencionado difícil camino rumbo a la final. Sin embargo, Bartoli aseguró, luego de su victoria en semis ante Kirsten Flipkens, que ella está más madura y lista para este partido, en el que busca su primer Grand Slam, al igual que su rival de hoy.

Hace dos años que ambas no se enfrentan en el circuito profesional, la última vez fue en el 2011 en este mismo torneo, la vencedora fue la alemana, que tiene una superioridad de 3 contra 1 en enfrentamientos directos, lo que provoca que su favoritismo crezca notablemente.

Lisicki es una jugadora que se apoya mucho en su saque, hasta el momento lleva 185 aces (saques sin respuesta), lo que le ayuda además a tener más del 70% de puntos ganados con su servicio. A esto se suma que tiene un 56% de puntos de quiebre salvados a su favor. Sin duda, su gran arma es el saque, que a lo largo del torneo la ha ayudado en sus momentos más difíciles.

Por su parte Bartoli, quien no es tan alta (1,70 metros), sostiene su juego en la movilidad que tiene dentro del campo. Su servicio no es tan decisivo como el de su contrincante de hoy.

Sin embargo, es más efectiva al momento de tomar las oportunidades de quiebre. La francesa ha ganado el 47% de los puntos para quebrar el saque de sus rivales. Es decir casi la mitad, lo que la hace una jugadora muy agresiva y peligrosa cuando no está sacando. A eso se le debe sumar el hecho de que tiene más experiencia que su rival y eso podría pesar en los momentos decisivos.

Para ambas tenistas, Wimbledon es el mejor Grand Slam de sus carreras, ya que los mejores resultados en grandes torneos los han conseguido aquí. Tanto Lisicki como Bartoli no han logrado alzar ningún trofeo este año.

Las posibilidades y apuestas están abiertas, será una final más disputada de lo que aparenta en el papel, ya que aunque sus rankings no son los mejores para este tipo de partidos, su ambición por tener este trofeo en sus vitrinas de seguro provocará que se pueda apreciar un duelo reñido y jugado con mucho corazón.

En el camino quedaron las grandes favoritas, Serena Williams, Maria Sharapova y Victoria Azarenka, en un Wimbledon que tanto en hombres como mujeres se caracterizó por las grandes derrotas y las sorpresas.