En la concentración de Ecuador se cuida la disciplina
La seguridad ha sido primordial para los organizadores de los XVII Juegos Bolivarianos de Trujillo, en Perú. Por eso, cada una de las 11 delegaciones participantes cuenta con 10 policías: tres de tránsito, dos motorizados y cinco encargados de merodear, de manera rotativa, los alrededores de los hoteles de concentración.
En el edificio donde está la delegación ecuatoriana todo ha funcionado sin novedades. Los dos asistentes asignados para que a los atletas, entrenadores y el resto de la comitiva del Comité Olímpico Ecuatoriano (COE) no les falte nada, se sienten orgullosos de su trabajo.
“Los deportistas ecuatorianos han sido muy buenas personas. Nos han facilitado nuestro trabajo y creo que hasta ahora no tienen de qué quejarse”, indicó Hubert Díaz, quien junto a su compañera Carla Meza colabora con todo lo que sea necesario, en un horario comprendido entre las 08:00 y las 20:00.
Si les falta agua, hidratante o cualquier otra cosa durante el día, tanto Hubert como Carla tienen que cubrir ese tipo de inconvenientes. “Es nuestro trabajo y estamos gustosos de hacerlo”, manifestó Díaz, quien está coleccionando ‘pines’ (escarapelas) de los once países que participan en los Juegos Bolivarianos de Trujillo.
Los que no tienen relación directa con los deportistas son los agentes del orden de Perú. Su función se basa en resguardar (brindar seguridad) a los seleccionados nacionales, además de acompañarlos a los escenarios donde tienen que competir.
“Las órdenes que nos dieron son que los motorizados ayuden a que los buses lleguen a su destino de forma rápida y segura; mientras que dos compañeros suben con los deportistas. Acá en el hotel se quedan dos gendarmes más”, contó el comandante Daniel Pozo, jefe de seguridad del hotel Turismo, donde se hospeda la delegación ecuatoriana.
Y es que la disciplina que hay en la concentración de los ecuatorianos es tal que existe un horario de salida para los atletas.
Los directivos del Comité Organizador y el Jefe de Misión en Trujillo, Ottón Baquerizo indicaron que no se puede dejar salir a los deportistas del hotel, pasadas las 23:00.
“Si alguien desea salir tiene que tener un permiso especial del directivo responsable de la delegación. Además, nosotros comunicamos a los que están en la recepción del hotel para que se comuniquen con el encargado y de esa forma se nos autorice para abrirles las puertas”, relató el policía.
Sin embargo, a pesar del reglamento que tienen que cumplir los policías peruanos en los diferentes lugares de concentración, estos autorizan –con el consentimiento de los atletas- que aficionados de Trujillo se les acerquen para tomarse fotos en el momento en que salen del hotel y antes de subirse al bus.