El fútbol es uno de los espectáculos comerciales más importantes que generan actualmente la economía española y europea. En concreto, y según un informe de Football Finance de 2012 de Deloitte, se estima que el volumen de negocio generado por el fútbol español asciende a una cifra cercana a 4.000 millones de euros.

Sin embargo, la situación de los clubes españoles es muy precaria. En total, los clubes de la LFP acumulaban en marzo de 2012 una histórica deuda con Hacienda de 752 millones de euros.

La mayor parte de los clubes europeos en concurso de acreedores es española. La falta de un marco regulatorio consistente y el populismo de muchos dirigentes de clubes han provocado una serie de toma de decisiones equivocadas.

El negocio fútbol en España se ha convertido en una bomba a punto de explotar. A pesar de un contexto económico sumamente negativo, los ingresos de las principales ligas siguen creciendo: según el informe, el balompié europeo creció un 4% en 2012. En particular, la Liga BBVA creció un 5% hasta generar 1.718 millones de euros.

España es el único país en Europa cuyos clubes negocian sus derechos de transmisión de manera individual a una o varias plataformas televisivas.

Cuando existe más de un canal con derechos sobre equipos que se enfrentan entre sí, se debe tomar la decisión de quién debe retransmitir el partido. En el caso de España, lo hace la plataforma del equipo que juega en casa.

Todas las ligas europeas (incluyendo las competiciones organizadas por la UEFA) venden sus derechos de forma conjunta. En 2009, el Calcio italiano pasó del sistema de venta individual al sistema de venta conjunta dejando como único exponente del modelo de venta individual a la Liga BBVA.

Desde 2001, la Comisión Europea decidió tomar parte activa en el asunto. Estableció un marco regulatorio a través de varios pronunciamientos en diferentes casos (Champions League, Bundesliga y Premier League). Este marco invitaba a las ligas a operar bajo el modelo de negociación colectiva.