“En Ecuador obtienen la nacionalidad muy rápido”
Dos han sido las razones principales por las que en los últimos 15 años, 8 de los 10 nacionalizados ecuatorianos -por prestar “servicios relevantes al país”- solicitaron su naturalización.
La primera fue por haberse destacado en sus clubes y la segunda por la ausencia de futbolistas ecuatorianos en ciertas posiciones dentro de la selección nacional.
El volante brasileño Gilson De Souza y los delanteros argentinos Ariel Graziani y Carlos Alberto Juárez, por ejemplo, adquirieron su doble nacionalidad para ser inscritos en las eliminatorias, en busca de la clasificación al primer Mundial.
Los tres defendieron, en su momento, la divisa de Liga de Quito. De Souza y Graziani además pasaron por Barcelona. Aucas es el equipo en el que se dio a conocer Ariel en 1995; y en Emelec fue compañero de Juárez, quien además defendió a Deportivo Quito.
Gilson y Graziani integraron el equipo que participó en las eliminatorias rumbo a Francia 1998; en esa época la “Tricolor” era dirigida por Francisco Maturana. El “Pacho” se deslumbró con la actuación de Gilson y la dirigencia le habló de la posibilidad de la naturalización
“Me nacionalicé de corazón, por gratitud al país. Cuando me mencionaron esa oportunidad dije que sí, sin ningún problema y no fue solo por ser parte de la selección, sino por convicción. No lucré con eso como muchos pensaron”, indicó el volante brasileño en una entrevista pasada en CRE, cuando visitó el país para una exhibición de fútbol sala.
Graziani fue considerado después dentro del proceso eliminatorio que desde el 99 comandó el colombiano Hernán Gómez, para el Mundial de Corea y Japón 2002, y ahí tuvo la compañía de Juárez. Ambos participaron solo en la fase inicial.
“Actuar por la selección fue muy positivo para mi carrera, porque me di a conocer más internacionalmente, aunque mi naturalización a los 25 años no me dio mucho tiempo de mostrarme”, indicó Graziani ayer vía telefónica desde Argentina.
El delantero, que logró inscribirse en el top ten de los máximos goleadores en la historia de la selección nacional -es octavo con 15 anotaciones- es el nacionalizado que más partidos disputó con la divisa ecuatoriana, con un total de 34. Ariel reconoció que la iniciativa de su nacionalización fue compartida. “Yo ya pensaba en hacerlo, lo conversé con mi familia y todos estuvieron gustosos de ser parte de un país que nos acogió con mucho cariño desde el inicio”.
Hoy el atacante de 41 años está dedicado a la dirección técnica infantil en Santa Fe. Confesó que no se quedó en Ecuador por situaciones familiares, pero que espera retornar. “Acá he tenido alternativas para dirigir, pero creo que mejor me iría en Ecuador, porque conozco el medio y me siento mucho mejor allá. Estoy a la espera de una propuesta concreta”.
Graziani retornó en 2010 a suelo ecuatoriano y dirigió desde mayo a diciembre al conjunto del Olmedo, pero los resultados no lo acompañaron y no renovó por otra temporada. Su compatriota Juárez también reside en Argentina desde 2004, año en que recibió una sanción por uso de cocaína, mientras disputaba el torneo ecuatoriano. Solo participó en 5 encuentros y no anotó nunca.
El resto de nacionalizados que obtuvieron esa distinción por “servicios relevantes” continúa en el país. Unos en el balompié activo, como Javier Klimowicz, Marcelo Elizaga y Norberto Araujo; y otros dirigiendo, como Marcelo Fleitas.
Elizaga ocupa el segundo lugar como el nacionalizado que más partidos ha disputados, con un total de 21 encuentros. Fue parte de la pasada eliminatoria en la que no se logró la clasificación a Sudáfrica 2010 con el técnico ecuatoriano Sixto Vizuete, quien se mostró en contra de la entrega de nacionalizaciones con tanta facilidad: “A más del cupo de extranjeros, los clubes cuentan con los nacionalizados y así se restan posibilidades de actuación y trabajo a los ecuatorianos”.
Incluso, el mejor futbolista ecuatoriano del momento, el extremo Antonio Valencia, del Manchester United, a través de su cuenta de Twitter @AntoV25 criticó el procedimiento. “Hay muchos ecuatorianos en otros países que esperan bastante tiempo para lograr la residencia. En Ecuador (los extranjeros) obtienen la nacionalidad muy pronto”.
Encariñados por el país
Hay jugadores que adquirieron la doble nacionalidad a través de la Cancillería, como el ex arquero uruguayo Eduardo “Ñato” García. “Antes no servía destacar en un equipo importante. En mi caso debí rendir exámenes de geografía y de conocimiento general para convertirme en ecuatoriano”.
Ese camino también siguió Carlos Alfaro Moreno, quien tras dejar el balompié tramitó su nacionalidad y al momento reside en el país. Por eso está en contra de que los jugadores busquen la naturalización para dejar su cupo a otro foráneo.
Existen además deportistas que sin nacionalizarse permanecen en Ecuador, porque se encariñaron con esta tierra. Ese es el caso del uruguayo José Muñiz, que defendió a U. Católica y reside en Quito hace 26 años. “Nunca tuve la necesidad de nacionalizarme. Me gusta mucho Ecuador, lo quiero, pero mi país es Uruguay” .