En la actualidad es 621 en el mundo, lejos de los lugares estelares. Aparentemente, hasta que terminara sus estudios universitarios, Ecuador perdería a un gran tenista, sin embargo no fue así.

Emilio Gómez Estrada decidió dejar de estudiar este semestre en la University of Southern California (Estados Unidos) para competir a nivel profesional, tanto en torneos Futuro y Challenger a lo largo de Sudamérica.

Emilio se muestra tranquilo, confiado y a la vez humilde al momento de atender a EL TELÉGRAFO en las instalaciones del anexo del Guayaquil Tenis Club, lugar donde entrenó durante tres semanas antes de viajar a Manta para disputar el tradicional Challenger de esa ciudad.

¿Le costó tomar la decisión de dejar de estudiar este semestre para empezar a forjar una carrera a nivel  profesional?
Lo pensé desde el año pasado, más o menos desde agosto, que me empezó a ir bien, tanto en torneos futuros como en la serie de Copa Davis ante Perú. Luego decidí regresar para cruzar el tercer semestre de la universidad. Pero la serie contra Chile en Copa Davis me dio un impulso más. Me dio la confianza que no  tenía antes y así se fueron uniendo las piezas que me motivaron para tomar una decisión como esta. La universidad me está dando todo el apoyo para tomarme este próximo semestre libre y poder jugar como tenista  profesional.

¿Entonces no está definido si el próximo año regresa a la universidad o no?
Eso no se define aún, pero va un poco más inclinado hacia no regresar (a la universidad). No lo he hablado con mi entrenador de allá, pero él sabe que yo tenía deseos de empezar a jugar. Quiera o no, él deberá apoyar la decisión que tome. No será fácil para mí, para él ni para el equipo. Yo estuve jugando como raqueta número uno del grupo y la verdad estoy tranquilo con lo que he dado a la universidad y lo que  me ha dado.

¿Qué piensa su papá, Andrés Gómez, al respecto? Según él, ¿debe quedarse en la universidad o jugar profesionalmente?
Cuando decidí irme a la universidad él estaba un poco molesto porque no quería que yo me fuera. Él está convencido de que tengo las condiciones para llegar a ser profesional. Pero a medida que pasó el tiempo,  fue analizando toda la situación y lo comenzó a ver como un proceso de maduración. Antes yo no aguantaba estar más de un mes fuera de mi casa y ahora estoy 5 o 6 meses seguidos. Ahora él me apoya en lo que yo quiera. Tanto mi papá como mi mamá me apoyan en la decisión que vaya a tomar. Contamos con la ayuda  y la confianza de gente que nos quiere apoyar económicamente a lo largo de este año. Esto es importante porque este es un deporte en el cual se necesita mucho dinero para poder viajar; además, esa era una de las razones por las que quizá yo no me terminé de decidir al comienzo, porque no teníamos el apoyo que necesitábamos. Ahora lo tenemos, el año pasado tuvimos el gran apoyo del Ministerio del Deporte y esperamos que sigan apoyando porque así surgirán nuevos jugadores. Esa es la línea que se debe seguir.  

¿Cómo maneja la presión que implica ser el hijo del mítico Andrés Gómez?
A medida que pasó el tiempo me pareció más y más normal. Cada uno hace su propio camino. Él tomó uno, yo estoy tomando otro, pero la verdad es que quiero llegar algún día a torneos Grand Slam y estar ahí arriba.

¿Su decisión de volver a la Universidad depende únicamente de cómo le vaya este semestre a nivel profesional o hay otras aristas que tomará  en cuenta?
La verdad es que tengo un calendario muy duro, en el cual solo hay dos torneos Futuro a lo largo del año, que son los que se juegan acá en Ecuador. El  resto va a ser todo a nivel de Challenger. Este año, más que nada, quiero adaptarme al nivel profesional. Creo que a medida que salga y comience a disputar partidos me iré sintiendo mejor. Lo que quiero es estar a punto para que este año me sirva más de adaptación para este tipo de torneos, porque no es lo mismo que competir en  universitarios. Allí hay muy buen nivel, pero el nivel de challengers ya es otra cosa. Espero cumplir con ese proceso.

¿Cuál es el calendario que tiene hasta el final de año?
Tengo el Challenger de Manta, de ahí tengo una semana y media, más o menos, para adaptarme a la arcilla porque como es otra superficie hay que hacer unos pequeños cambios en el juego. De ahí voy a Medellín, luego a Brasil donde jugaré en Sao Paulo y Río de Janeiro. Luego regreso a Ecuador a jugar dos futuros. No participaré en el tercer Futuro que se juega aquí debido a que esa semana viajaré con el equipo de Copa Davis para la serie contra Suiza. Hasta ahí mi calendario es fijo, luego de esa fecha hay algunas opciones de challengers que todavía están por definirse, pero la mayoría está aquí, en Sudamérica.

¿Cuál es su rutina de entrenamiento normalmente?
Entreno aproximadamente seis horas diarias: tres  en la mañana y tres  en la tarde-noche, alternando la parte física con el ejercicio en cancha. Al comienzo era más físico que práctica en cancha y ahora es más cancha que físico, por lo que se acercan los torneos. El entrenamiento es muy exigente, más que nada porque estuve lesionado en el  hombro derecho y durante 10 días hice  fisioterapia. Luego de eso empecé a trabajar con mejor regularidad, estaba un poco fuera de forma. Ahora, luego de tres semanas, me siento mucho mejor. Estos últimos días debo esforzarme para llegar a punto a Manta.

¿Qué espera  de la serie de Copa Davis ante Suiza? Roger Federer ya anunció que no jugará...  
Obviamente todo el mundo dice que Suiza nos va a dar una paliza. Nosotros sabemos que si le ganamos a Chile es porque tenemos con qué vencer a Suiza. Es verdad que ellos tienen un top 10 (Stanislas Wawrinka), quien es alguien que debe hacer diferencia en la serie. Pero en la Copa Davis puede pasar cualquier cosa, no te digo que se le va a ganar a Wawrinka, pero las posibilidades están ahí. Hay que jugar los partidos, él tendrá que entrar y hacer lo suyo. Ellos lo tienen a él, pero de ahí el resto tiene casi el mismo ranking de Julio (Campozano). De ahí está el dobles, que es más equilibrado, y tenemos que ver la forma de sacar la serie adelante.

¿Cuáles son las metas que se ha trazado hasta final de año?
A nivel de challengers, realmente no tengo una meta fija, pero en cuanto a ranking  quiero llegar a estar entre los mejores 300. Hay que ser realistas: empezar, sin duda, va a ser difícil. El ranking sube y baja. Al momento, lo que me importa es competir y hacerlo al máximo. Dar todo para prepararme para cumplir las metas que tengo más adelante. Estos torneos me van a servir como  adaptación, más que para  sacar puntos y subir en el ranking. Si yo persisto, los resultados van a venir, es cuestión de paciencia y, sobre todo, de mucha preparación.  En un momento uno puede pasar de aquí a estar mucho más arriba.

¿Tiene opciones de ganar el Challenger de Manta?
Regresar a Manta va a ser un sentimiento muy grande, porque nos recibieron en la Copa Davis. Espero regresar allá y que me vaya bastante bien. Ir partido a partido y ver cómo me siento ahí.

¿Quién es el jugador al que usted  sigue en el circuito ATP?
Rafael Nadal es un ejemplo para todos. Es admirable escucharlo hablar de él y de los rivales. Es un tipo muy sincero y eso lo hace una gran persona a la vez. Soy fanático del tenis en general, pero siempre voy más a que Nadal gane.

¿Cómo se define como persona?
Fuera de la cancha soy tranquilo, un poco tímido a veces. Soy muy sincero, me gusta mucho ayudar a los chicos de aquí mismo de la academia, que me preguntan sobre qué hacer. Dentro de la cancha soy un poco más fuerte, más competitivo. Si pasa algo, me grito para animarme y no dejarme vencer.