Emelec no pudo anotarle a Cassio
Qué contraste. Realidades distintas se vivieron al borde y dentro de la cancha del estadio Capwell, donde ayer Emelec recibió al segundo equipo más popular de Brasil, el Corinthians, -el primero es el Flamengo- por los octavos de final de la Copa Liberadores, con el que empató 0-0.
La barra más representativa del “Ballet”, la Boca del Pozo, cantó dividida ayer. En la bandeja superior estaban los grupos: Pascuales, 8 y medio, Apocalipsis y 44, mientras que en la de abajo se juntaron los Rollings, Goyena y Comando Sur. Esto debido a los problemas internos que atraviesa.
El líder de la barra, Giuseppe Cavanna, no asomó por el sector de la avenida Quito, o al menos no se lo vio. El sábado pasado en el partido por el Campeonato Nacional ante Independiente, dos hinchas cayeron de la bandeja superior a la inferior y hubo aproximadamente 6 heridos.
La Policía arrojó gas pimienta, pues ciertos barristas ubicados en la parte baja intentaron escalar hacia la bandeja superior. Tras el lanzamiento de los gases, la gente intentó protegerse con sus camisetas.
El “vamos, vamos azules, que esta noche tenemos que ganar...” se escuchó en la “Caldera”, pero no con el mismo sabor. En el campo de juego el sentir era otro. La decisión del director técnico, Marcelo Fleitas, de hacer concentrar a todos los jugadores del plantel, previo al partido, sin importar que algunos no estuvieran inscritos en Copa, mantuvo unido al equipo. “Es lindo que el ‘profe’ nos haya tomado en cuenta, aunque no juguemos Libertadores”, dijo el zaguero Víctor Montoya.
Dieron las 19:38 y Corinthians saltó a la cancha. En ese momento el ¡uuuhh!..., de parte de la hinchada “millonaria” retumbó en el reducto de la calle San Martín. Cinco minutos después salió el “Bombillo” y el ambiente fue distinto, pues los fanáticos “eléctricos” entonaron la conocida canción: “Sale Emelec, sale Emelec, sale Emelec...”. A las 19:50 se inició el cotejo.
Ambos estrategas, Fleitas y Adenor Bachi, apostaron por el tradicional 4-4-2. Asimismo, los dos prefirieron vestir de negro. El entrenador del “Timao” se clavó en la zona técnica, mientras que el “Uru” no paró de caminar de un lado a otro.
l partido se mostraba abierto con llegadas de ambos equipos, pero sin que éstas tuvieran profundidad. A los 5’ Pedro Quiñónez lanzó un tiro libre desde el costado izquierdo al que Fernando Gaibor llegó con las justas, por lo que su remate pasó solo cerca del palo izquierdo del guardavallas Cassio.
Dos minutos más tarde vino la respuesta del Corinthians a través de Willian, delantero con doble función, pues cuando era necesario bajaba y hacía las veces de enganche. Tras un córner, el ariete cabeceó, pero lo hizo débilmente y su remate fue fácilmente atajado por arquero Esteban Dreer.
A los 11’ Pedro Quiñónez volvió a mandar un centro al corazón del área, mas Gabriel Achilier no alcanzó a conectar de testa.
La réplica llegó un minuto más tarde, por parte del hombre más incisivo del “Timao”, Emerson, quien desde el tiro de esquina se mandó un remate con comba que tenía destino de gol, sin embargo Dreer interceptó el balón y lo puñeteó fuera de sus dominios.
En las gradas los fanáticos “azules” se emocionaban con cada llegada de su equipo y sufrían con las arremetidas de los brasileños.
De entre los 15.000 espectadores -aproximadamente- que acudieron al Capwell, Werner Gaibor, hermano menor de Fernando, era uno de los más extasiados, y lo demostró aplaudiendo cada buena jugada del equipo, en especial en las que intervino “Dunga”. “Hasta me persigné antes de que empezara el encuentro. Le pedí a Dios no específicamente que ganáramos sino que jugásemos bien y que nadie saliera lesionado”.
Werner, al contrario de su hermano, prefirió ser arquero y actuaba por Emelec, pero ahora se encuentra lejos de las canchas, “solo por un momento”, dijo, pues tiene una lesión en la rodilla izquierda.
El menor de 13 años, quien cursa el noveno grado en el CELM, vibró con el compromiso, de ahí que se rascara la cabeza, se agachara o gritara con cada jugada.
Pero, caso anecdótico, se había enfundado una camiseta de Emelec con el número 57 y no con el 10, que es con el que juega su hermano. “Es que no encontré la casaca con la que juega mi Fernando”, se justificó.
De vuelta al partido, otra vez Willian se lanzó en busca del arco “millonario”, y para frenar su remate tuvo que aparecer José Luis Quiñónez, que mandó el balón lejos del área de los “eléctricos, a los 28’. Luego de un minuto, Emerson también se animó y avanzó con el balón por el flanco derecho, no obstante nuevamente apareció José Luis para en el hombro a hombro superar al brasileño y no dejar que el ataque pasara a más.
A los 40’ llegaría una de las más claras oportunidades de gol para Emelec. Giménez corrió por izquierda y envió un buen pase al centro del área del “Timao”; José Luis Quiñónez se elevó, mas no alcanzó a peinar. Con el cero en el marcador los equipos se fueron al descanso.
Ya en el segundo tiempo, Marcos Mondaini remató de entrada al arco, pero Cassio -la figura del partido- evitó el tanto del “Diablo”.
A los 52’, los visitantes se quedaron sin Jorge Henrique, que tuvo que dejar el campo por doble amarilla (en la última que recibió mandó al piso a Gaibor al intentar quitarle el balón).
A los 54’, Fleitas envió a la cancha a Efrén Mera por “Dunga” y el manabita tuvo destellos de buen fútbol durante el tiempo que le tocó jugar. A los 64’ dictaminó otro cambio, salió Mondaini y entró Marlon De Jesús para refrescar el ataque.
Dos minutos antes del ingreso del ex El Nacional, Enner Valencia tuvo en sus pies el que pudo ser el tanto de la victoria, pero el esférico se estrelló en el larguero defendido por Cassio. A los 74’ Fleitas realizó el último cambio en pos del gol del triunfo, por ello sacó a Gimémez y dio paso a Ángel Mena, quien tuvo una buena oportunidad a los 83’, pero que, nuevamente, fue controlada por el portero Cassio. La vuelta se jugará el próximo miércoles en Brasil.