Emelec conjugó fútbol y goles para ratificarse como el líder solitario
En un cotejo vibrante, con llegadas constantes en ambos arcos y por momentos salpicado de brusquedad, Emelec ratificó su buen momento futbolístico y continúa invicto al vencer 2-1 a Liga de Quito en el estadio de Ponciano. Con ello conserva el liderato del torneo con 12 puntos.
Fueron los dueños de casa los que tomaron la iniciativa y gracias a la rapidez del joven delantero Carlos Garcés puso en aprietos a la zaga visitante, mas el golero Esteban Dreer en todo momento estuvo concentrado para contener y en otras desviar los balones de su pórtico.
La disposición táctica del técnico argentino Gustavo Quinteros era clara: poblar el medio campo y establecer marca casi personal sobre los jugadores de LDU y así contrarrestar todo intento por abrir el marcador.
Sus pupilos cumplieron a la perfección el mandato y aunque el elenco “albo” controló el encuentro y generó la mayor cantidad de llegadas no tuvo la definición necesaria.
Conforme transcurrían los minutos, los emelecistas se asentaron más en el campo, tocaron con precisión el balón y rápidamente inquietaron al espigado golero Alexander Domínguez, pero sin mayor peligro.
Por momentos lucieron como si les faltara un hombre ya que la figura del plantel, Pablo Zeballos, prácticamente deambuló en la cancha sin mayor aporte para su plantel. El único disparo que logró conectar el delantero paraguayo recién apareció a los 30’.
En el elenco de la Universidad Central el juego de conjunto y la habilitación exacta de los jugadores animaron al técnico Edgardo Bauza, quien por instantes parecía ser parte activa del partido y desde la zona técnica simulaba cabecear.
Pese a la insistencia, ninguno de los dos equipos logró la apertura en el marcador en la fase inicial. En el reinicio del compromiso, los visitantes salieron dispuestos a controlar el balón. El ingreso del zurdo Marcos Caicedo así lo anticipaba.
Y en la primera llegada alcanzaron la anotación inaugural tras un soberbio remate del volante Pedro Quiñónez, a los 47 minutos, al ángulo superior derecho, al que no pudo llegar pese a estirarse el golero Alexander Domínguez.
Aquello ocasionó el delirio en la bandeja sur alta, sitio al que llegó la hinchada emelecista, y el silencio en el resto del estadio de Ponciano.
Ni en la cancha reaccionaron los jugadores “albos” y de esa desconcentración intentaron aprovecharse los porteños, mas carecieron de precisión para lograrlo. Y aunque minutos después los dueños de casa quedaron en superioridad numérica por la expulsión del defensa “eléctrico” Fulton Francis, no supieron aprovechar.
Gracias al trabajo colectivo del puntero esa ausencia pasó desapercibida. En los visitantes fue clave el accionar de Marcos Caicedo, quien con velocidad y gran desborde por la banda izquierda abasteció constantemente a sus compañeros e inquietó constantemente la zaga defendida por los “albos”.
Las variantes ordenadas por el “Patón” apuntaron a reforzar la delantera, mientras que su colega robusteció la media cancha. El primero tuvo mejor resultado y gracias al cabezazo del delantero uruguayo Federico Puppo, debutante en el torneo, Liga alcanzó la igualdad momentánea a los 80’.
El delirio de esa anotación recorrió casi todo el graderío, luego de la emoción contenida de los hinchas, quienes se acordaron de volver alentar a su plantel.
Todavía soñaban con la conquista que les diera la victoria, pero el accionar del visitante era mejor. Con inteligencia y sin desesperarse hilvanó varias jugadas que anticipaban el desenlace final.
Nuevamente en ese accionar brilló Caicedo y a los 85’ de contragolpe apareció el volante Fernando Gaibor para poner un remate potente y colocado que se incrustó en las redes para la segunda conquista y la del triunfo definitivo de Emelec.