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Ellos “canjean” su habilidad con el balón por estudios

Ellos “canjean” su habilidad con el balón por estudios
24 de marzo de 2012 - 00:00

Cuatro clubes de la segunda categoría de la AFNA registran en sus nóminas a jugadores que comparten sus labores cotidianas entre el fútbol y los estudios superiores.                                  

La Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE), la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), la Virginia (Universidad Internacional) y la JIT (Universidad Autónoma de Quito), han implementado un sistema de becas deportivas que induce a los futbolistas profesionales a que estudien en estos centros y “devuelvan el favor” jugando en los equipos de segunda categoría.            

Los equinocciales, como se conoce a los deportistas universitarios de la UTE, han enrolado a 9 jugadores de fútbol que, mediante el sistema de becas, cursan estudios superiores y militan en el equipo profesional.

José Páez (defensa), Juan Diego Guevara (delantero), Édison Perrazo (arquero), Carlos Valle (volante), Santiago Calderón (defensa), Wilmer Parra (volante), Lenín Moya (defensa), Roberto Balseca (defensa) y Luis Martínez (defensa) forman parte de la plantilla del 2012 que dirige el técnico capitalino Mario Arango, ex jugador del América. 

UTE cuenta con una nómina de 25 jugadores, de los cuales el 35% tiene el beneficio de una beca. Santiago Calderón es uno de ellos. Su último club fue el Independiente del Valle, con el que logró el ascenso a la primera división 2009.

Sin embargo, tras sopesar su continuidad en el elenco sangolquileño frente a la factibilidad de continuar sus estudios superiores, decidió aceptar la invitación de la UTE e incorporarse a su equipo de fútbol.

Paralelamente, y acorde con lo establecido en su relación contractual, inició estudios universitarios y actualmente cursa el octavo nivel en Ingeniería Automotriz.      

Confiesa que llevar de la mano las dos cosas (fútbol y estudios) fue la mejor decisión que pudo tomar, porque el balompié le abre puertas (en otros clubes) y el hecho de seguir una carrera universitaria será una herencia, dado que la profesión  en las canchas se puede terminar en cualquier momento.  

22-3-12-entrenamiento-La beca de estudios cubre el 90%, según el arreglo, en sujeción a la especialidad que escoja el jugador, además de una ayuda económica para gastos de movilización, en consideración a que el semestre tiene un valor de 1.500 dólares.

El apoyo familiar es incondicional y en particular  el de sus padres, que se encuentran muy tranquilos, porque el hecho de ahorrarles el costo de los estudios “de alguna manera nos hace más independientes y uno aprende a llevar la vida de otra manera; ver las cosas con mayor responsabilidad”, dice el próximo ingeniero automotriz (le falta un semestre y la tesis).  

Carlos Andrés Valle González, por otra parte, estudiante de octavo nivel de gastronomía en la UTE, se desempeña como volante en el cuadro equinoccial. La Escuela de Fútbol de la AFNA, Universidad Católica, Liga Deportiva Universitaria y América de Quito precedieron su integración al club, por invitación del técnico Mario Arango.

Admite que estudiar y entrenar es sacrificado por todo su entorno; sin embargo, afirma que el esfuerzo vale la pena pues está siguiendo una carrera pagada por la Universidad, siendo un alivio para su familia, que se ahorra en total  unos 12 mil dólares, además de la oportunidad de “mostrarse” en el equipo.

Gastronomía es una profesión novedosa y costosa, ya que se requiere de la compra de ingredientes, estimándose el valor de la beca en 1.700 dólares el semestre. Confiesa que siempre le gustó la cocina, y no solo el hecho de preparar los alimentos, sino que hay otras áreas interesantes como administración, diseño, planes de cocina, entre otras cosas.

Gusta de hacer postres en el seno familiar, pero también ha aprendido (en la Universidad) a hacer recetas francesas, del Mediterráneo, de la India (con muchos vegetales) y de cocina molecular. “Hay infinidad de platos que podemos escoger, pero el pollo al curry es muy rico, también el filet mignon, el shushi, además de la comida ecuatoriana, que es deliciosa”, se entusiasma Carlos.

La idea, luego del fútbol, es montar su propio negocio y poder ayudar a otras personas, es decir, crear fuentes de trabajo; ese es uno de los objetivos que le ha inculcado la Facultad.

Cuenta que su rutina es muy similar a la de sus compañeros. La inicia muy temprano por la mañana para ir a los entrenamientos y luego asiste a clases en horas de la tarde, aún cuando le resulta muy complicado encontrar un sitio para parquear su vehículo en la universidad.

“A veces me ha tocado discutir e inclusive se me han llevado el auto los municipales por el apuro que se tiene para llegar a clases temprano, pero todo es muy chévere y hay que disfrutar”.

Extraña a su padre, quien se encuentra en Italia desde hace 5 años, pero no descarta la idea de viajar y juntarse con él, al tiempo de hacer un postgrado.

22-3-12-dep-entrenamiento2La U. San Francisco de Quito (USFQ) es otro de los establecimientos educativos superiores que también agrupa en sus filas a futbolistas, exclusivamente de la universidad, dentro de  una nómina de 25 jugadores.

Jhonatan Monar, guayaquileño, volante por izquierda, radicado en la capital desde hace más de una década, es uno de los beneficiados con el plan de becas, cuya cristalización obedece a una serie de exigencias.  

Es becario deportivo y académico, con un fondo aproximado de entre 4 y 5 mil dólares y la posibilidad de renovar el compromiso luego del análisis individual del Comité de Becas, siempre y cuando el promedio de calificación sea de un mínimo de 3 sobre 4, además del informe favorable del Director Deportivo.     

Es el tercer año que milita en el elenco “franciscano” tras aceptar la propuesta de estudiar y jugar para la USFQ. Ha vestido varias camisetas como la de Liga Deportiva Universitaria, Independiente del Valle y Sociedad Deportiva Aucas. También jugó en el fútbol argentino (inferiores Boca Jrs.), pero LDU-Q no lo cedió.

El descenso del Aucas, su último equipo, maduró la idea de continuar sus estudios y varios amigos lo acercaron a la USFQ. “El proyecto es bastante bueno, creo que aparte de jugar al fútbol profesional, tener la oportunidad de adquirir otra carrera implica seguridad”, comenta el futuro administrador de empresas, y admite que, si no fuera por el fútbol, no podría pagar sus estudios en una universidad de tanto prestigio.

El club Virginia es el combinado de la Universidad Internacional de Ecuador. Una nómina de 30 jugadores es la que adiestran el técnico nacional Wilman Patiño y su asistente de campo Antonio “Negro” Arias, ex jugadores de la U. Católica. El 76% del plantel está conformado por estudiantes de la universidad y el restante son refuerzos que se han incorporado este año.

A la par del aspecto deportivo, en el que los futbolistas tienen mayores ambiciones e ilusiones por la posibilidad de  llegar a la primera divisional, el grupo conjuga los fines de la universidad para formar profesionales en distintas carreras. Las escogidas son diversas: Diplomacia y Relaciones Internacionales, Comunicación, Arquitectura, Mecánica Automotriz, Derecho, Gastronomía, Biología, Turismo... 

David Herrera, César Jaramillo, Diego Sanmartín y  Diego Vivanco se inclinaron por Mecánica Automotriz; Esteban Carrión y Gabriel Lara, por Gastronomía; Jorge Mendoza y Diego Valdiviezo, por Derecho. Forman parte del grupo que asiste a las aulas en horas de la mañana para centrarse en los entrenamientos en sesiones vespertinas.

22-3-12-deportes-entrenamiento3El Departamento de Bienestar Estudiantil hace un seguimiento de todos los estudiantes y más aún de los becarios deportivos.

Si el rendimiento es insatisfactorio se investigan las causas, procurando otorgar una segunda o tercera oportunidad, pero si se persiste en esa situación se reduce el porcentaje de beca e, inclusive, en casos extremos (que no se han registrado todavía), ésta se cancela.

Xavier Fernández, principal directivo del club de la UIDE, admite  que entre sus mayores preocupaciones está la formación de los jugadores que cursan estudios en la universidad, a quienes se les exige el mayor número de créditos en deportes para poder graduarse en todas las carreras.

Para acceder a las becas que fluctúan entre 3, 4 y 7 mil dólares anuales, dependiendo de la carrera escogida, los futbolistas requieren del informe técnico y evaluación del técnico Wilman Patiño, previo el examen de aptitud.

La Universidad Autónoma de Quito auspicia la participación del club JIT (Juventud Independiente Tabacundo).  Las autoridades del plantel están encabezadas por el rector Vicente Rojas, y tienen al equipo de fútbol como una de sus prioridades.

Un listado de 30 jugadores conforman la plantilla dirigida por Carlos Cadena, quien cuenta con Luis Chérrez, ex jugador profesional, como asistente de campo.

El 75% del plantel disfruta de becas completas de estudios, cuyo costo, dependiendo de la modalidad (presencial o semi-presencial) gira alrededor de los 800 y 1.000 dólares semestrales, además de otros beneficios como vivienda y alimentación. Hoy (11:00) hay duelo de elencos universitarios; en Nayón se enfrentan UTE y Virginia.

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