Las calles aledañas al estadio Rodrigo Paz Delgado, en Quito, ya están pintadas de amarillo. Los hinchas de Ecuador y Colombia llegaron desde temprano al escenario deportivo con varias misiones.

La más común, sobre todo en los hinchas colombianos, fue conseguir una entrada para el partido. Se encontraron con la novedad de que la venta fue en línea y que solo podían acceder a hojas con códigos QR. Algunos desconfiaron y prefirieron buscar bares para disfrutar del compromiso. Además, en la reventa la entrada más barata estaba en USD 100.

Algunos llegaron desde el país del norte con el afán de ganar algunos dólares, por ello trajeron sus productos como sombreros vallenateros, banderas de su país, camisetas de su selección, bufandas y más. Tuvieron gran acogida, ya que en las primeras horas fueron mayoría entre los aficionados.

Otros, en cambio, apostaron por confiar en la reventa y fueron a comer algo antes de volver al estadio, para ingresar. Las puertas se abrieron pasadas las 14:00.

Los policías también llegaron puntuales. Antes de las 10:00 ya tenían armadas las vallas de seguridad para que solamente circulen las personas que tenían entradas. El cierre de la John F. Kennedy provocó que el tráfico se vuelva pesado en las calles aledañas.

Pasadas las 15:00 la gente llegó en mayor número, pero solo de tránsito, ya que iban directo a las puertas del estadio.