El voleibol de playa llega a Quito con ambiente incluido
Parasoles, música tropical, diminutos trajes y una arena tamizada (cernida), muy parecida a la de la playa, le dieron el ambiente costero al sector de Chaupicruz, al norte de Quito, en el único escenario creado para los II Juegos Deportivos Nacionales Absolutos, la cancha para voleibol de playa.
Solo faltaba el mar con sus olas para dar el ambiente de relax perfecto. Los ceviches de mariscos fueron reemplazados por los “cevichochos”. Por momentos, los contagiantes acordes musicales fueron superados por el intenso ruido de los aviones que aterrizaban en el aeropuerto Mariscal Sucre.
Eso despertó el asombro en los deportistas costeños que aprovecharon las cámaras de sus celulares para fotografiarse mientras las aeronaves descendían.
Hasta el clima, que por momentos llegó a los 22º, acompañó la sensación de estar en la Costa en esa pequeña área de 18 m x 25,50 m que tiene una altura de 40 cm de arena.
Pero fuera de ese espacio, el de ayer fue un día habitual en Quito, con cielo nublado y los capitalinos luciendo la indumentaria típica: chompas y jeans.
Ya en la competencia, los voleibolistas de la Costa, habituados a las pruebas en arena, sacaron provecho de su preparación y relegaron a puestos secundarios a las dos únicas selecciones serranas participantes: Pichincha y Azuay.
En damas, la dupla esmeraldeña fue la mejor. Ariana Vilela y Katherine Chila ganaron sin dificultades los tres encuentros que disputaron y así llegaron a ser las monarcas de la especialidad. Título que ostentan desde el año anterior. Juntas llevan dos años y cada vez se comprenden mejor.
Tuvieron voladas excepcionales que cautivaron a los pocos asistentes, pero sobre todo a la delegación de la “Provincia Verde”, que nunca dejó de alentarlas.
“El primer día nos afectó un poco la altura, pero ya para el segundo cotejo (ante Pichincha) estuvimos más acopladas y nos desempeñamos con mayor soltura, lo que nos permitió triunfar sin problemas”, indicó Ariana, de 22 años, quien cursa el tercer año de veterinaria.
Ariana indicó que el adversario más complicado fue el combinado de Guayas, que alcanzó la medalla de plata, con Andrea Villamar y Brenda Espinoza. La tercera posición fue para las azuayas y el último lugar para la anfitriona Pichincha.
“Fue complicado para nosotras tener una preparación adecuada porque solo hace una semana contamos con la cancha y no es lo mismo entrenar en un coliseo”, puntualizó la jugadora Tania Manangón.
En varones, hubo un mayor número de provincias participantes (6) y el equipo “oro y grana” tuvo un mejor desempeño. Logró la segunda posición detrás de Guayas, que alcanzó la medalla dorada. La presea de bronce correspondió a Manabí.
La dupla más joven del certamen masculino fue la de Esmeraldas, con Elgar Cuninghan y Pedro Jaramillo, que cumplieron en enero pasado 17 años. “Son nuestras primeras competencias y creo que lo hicimos bastante bien. Ahora lo importante es continuar y mejorar la preparación”, sostuvo Jaramillo.
La cancha tardó 30 días en construirse y tuvo un costo de 10 mil dólares. Permanecerá en el sector de Chaupicruz para que los deportistas de esta provincia tengan un lugar donde practicar.
Se utilizaron 227 m³ de arena tamizada para rellenarla. El escenario tiene un bordillo de cemento para impedir que se mezcle con la tierra. El material fue adquirido en Calacalí, al norte de la provincia de Pichincha, es de río y no de la playa, por los elevados costos. Se prevé construir dos más para los entrenamientos.