Agustín Delgado llegó apresurado a las instalaciones de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF). Era  martes y tenía una audicencia a  las 16:00 para solucionar unos asuntos de los jugadores del equipo Valle del Chota, del cual es  presidente y fue jugador hasta el año pasado.

El ex futbolista de Barcelona arribó solo a la FEF, cerca de las 16:30 -se había retrasado- y con un “buenas tardes” saludó a los que estaban en ese momento en la recepción. Tomó el ascensor y  fue directo al piso 4, donde quedan las oficinas de  la presidencia.

Esta es una de las actividades que el ‘Tin’ cumple en su nueva faceta. El personaje cambió su look deportivo por camisas de mangas cortas y pantalones formales.

Delgado asiste desde hace un mes a las reuniones del Comité Ejecutivo, en las que cada martes los representantes de los clubes deportivos profesionales del país participan de las sesiones. 

El también ex jugador de Liga de Quito confiesa que ha recibido consejos de parte de los dirigentes y amigos para poder desenvolverse en aquellas sesiones.

“La verdad, no pensé llegar a participar en el Comité, pero ahora lo estoy haciendo y me gusta. Primero venía a observar cómo  se manejan los directorios para tratar de dar una opinión”, reveló el ‘Tin’, al término de la primera reunión del día.

El goleador histórico de la selección nacional (31) mencionó que no ha recibido ninguna asesoría profesional, porque considera que con el paso del tiempo irá aprendiendo.

Durante las sesiones de la Ecuafútbol aún se mantiene como dirigente pasivo, pues acepta que tiene que empaparse más del tema y, por ahora, trata de no polemizar por ninguna resolución.

“Sí, se han presentado contratiempos, siempre hay dificultades, pero para eso uno es el presidente, para tratar de solucionarlas”, indicó el ex jugador oriundo de Imbabura. Por ahora prefiere ubicarse en los asientos traseros y mantener un perfil bajo. Agustín no solo cumple con sus obligaciones de oficina, sino que también se mantiene cerca de las canchas. El directivo visita dos veces a la semana los entrenamientos del Valle, en la sede de Ibarra.

“Cuando voy a las prácticas hablo con los jugadores sobre sus inquietudes, para conocer si se sienten cómodos”. Con esta parte, el ‘Tin’ está  familiarizado, porque en su tiempo vivió del otro lado (jugador).

“Siempre hay que tratar de mantener bien a los futbolistas, cumplir con ellos para que se sientan felices. Hay que estar pendiente de muchas cosas, como por ejemplo, cuando el jugador  quiere zapatos nuevos, el calentador más largo, la camiseta más corta...”.

El proyecto de Delgado empezó como un anhelo y ahora ya está cristalizado con la actuación de su club en la serie “B”. Hace dos años que asumió el cargo; espera ahora que en un periodo de tres temporadas, pueda ascender a  categoría mayor.

El ex atacante del Necaxa reconoce que es difícil manejar numerosos grupos de personas (200, entre jugadores de las divisiones menores y del equipo mayor), por eso, antes de pensar en una extensión de su marca con academias, ha optado por reestructurar el club.

“Precisamente porque fui jugador los entiendo; hasta el momento no he tenido inconvenientes, incluso ellos siempre vienen a mí y me notifican de alguna necesidad, entonces yo decido si es válida o no”.

El Valle del Chota ascendió en diciembre del 2010 a primera “B”, tras ganar el campeonato en segunda división zonal; y en  agosto de ese mismo año Agustín Delgado jugó pocos minutos para su equipo.

“Fue una sorpresa para todos subir (de categoría) tan rápido, porque nos habíamos planteado un proyecto de 5 años para hacerlo. Cuando estemos en la “A” habrá más responsabilidad en el tema económico, porque entonces habrá que pagarles más”.

Su mano derecha en el trabajo es su secretaria Verónica Delgado, con quien no tiene vínculos familiares a pesar de que lleva su apellido. Sus hermanos Marcos y Pedro se encargan de la administración de las inferiores.  

Al preguntársele si proyecta en el futuro ocupar el puesto de presidente de la FEF, dejó ver una amplia sonrisa y contestó que esa opción no está en sus planes aún, pues se encuentra feliz con su club, su “hijo”.