Estaba nervioso. Incluso la voz se le entrecortó mientras hablaba de las razones que lo  llevaron a desechar la propuesta económica del Deportivo Quito. Así se mostró ayer el volante lojano Luis Fernando Saritama, durante la presentación como  nuevo refuerzo de Liga de Quito.

El “Sari” reconoció que la alternativa monetaria que el elenco “azulgrana” le ofreció era la mejor, pero recalcó que hay cosas innegociables en su vida, y desestibilizar al club, del que es hincha confeso, no entraba en sus planes.

“Conversé con el gerente y no podía aceptar la propuesta porque ponía en riesgo el futuro del equipo, desde el portero hasta el utilero, y eso no podía ser. Solo espero que la actual directiva sepa solventar la crisis que tiene”.

El mediocampista de 29 años fue el último en llegar ayer a la presentación de los “azucenas” en el centro norte de Quito. Apenas ingresó al local captó toda la atención de las cámaras fotográficas y de televisión.

Atrás quedaron la presentación del defensa José Madrid y la despedida del volante zurdo Paúl Ambrosi, quienes al igual que todos los presentes observaron al jugador “Sari” mientras ingresaba.

Su rostro constantemente era iluminado por los flashes, mas su semblante nunca varió. Fue evidente su tristeza por dejar la institución en la que fue el capitán y con la que dio tres vueltas olímpicas como campeón ecuatoriano.  

“Este es un día muy especial para mí, por la decisión que tomé. He sido un profesional correcto y así me he manejado. Al conversar con la gente de Liga me di cuenta de que tenía lo que necesitaba para seguir creciendo en lo deportivo, económico y emocional, que son los ejes que han guiado toda mi carrera”.

Al pronunciar esas palabras, los labios del “Sari” temblaron y sus manos se entrelazaban para no dejar escapar las lágrimas que intentaron aparecer en sus ojos.

Un hondo respiro, que no duró más de dos segundos, fue suficiente para aplacar la ansiedad y melancolía por dejar atrás una década futbolística matizada con salidas a Lima y México, para defender clubes de esos países, pero siempre con el retorno seguro a la casa en la que nació y de la que es un símbolo.

Saritama defenderá la divisa “alba” por tres temporadas. Así lo confirmó la dirigencia del club. Sin embargo, el jugador anhela que su retiro definitivo del balompié sea en el equipo “chulla”.