El Real Madrid sorprendió en el cierre del mercado de fichajes en España al lograr la cesión del volante ghanés Michael Essien, procedente del Chelsea, aunque fracasó en su intento de traspasar a Ricardo Kaká.

Muy a su pesar, el Real Madrid se quedó con Kaká tras no encontrar comprador para el jugador brasileño. Así que tendrá que seguir haciendo frente al sueldo de nueve millones de euros anuales (11,2 millones de dólares). Al menos hasta enero.

Como se demostró, es una cifra insoportable para casi cualquier equipo del mundo, y más en estos tiempos de recesión. Además, se trata de un futbolista muy devaluado después de tres años en los que nunca fue titular en el Real Madrid.

"Si se queda, lo trataremos como a un jugador más del equipo y trataremos de sacar lo mejor de él", dijo su técnico, José Mourinho, el pasado martes.

En idéntica situación quedó el central portugués Ricardo Carvalho, quien tampoco cuenta para Mourinho. No encontró ofertas atractivas y el Real Madrid deberá respetar el año de contrato que le queda.

A cambio, el Real Madrid sí aprovechó el cierre del mercado para conseguir la cesión de Essien, procedente del Chelsea. El futbolista africano puede jugar tanto de centrocampista como de lateral, aunque pasó los dos últimos años casi sin jugar por las lesiones.

Essien es elección de Mourinho, con quien coincidió en 2006 cuando el portugués entrenaba al Chelsea. Esta contratación podría llegar como consecuencia de una eventual marcha de Lass Diarrá, quien termina contrato con el club blanco esta temporada y negocia su fichaje por el Anzhi ruso.