El público de Quito ganó la concesión

José Luis Perlaza lo comentaba con una explicación muy descriptiva: “En Guayaquil te dicen que te van a estar viendo, que ya pues, que cuidado; todo con un tono amenazante. Cuando hicimos base en Quito me pedían: “Perlacita, hágase un gol para nosotros, dedíqueselo a su hinchada”.

Eso entre muchos otros aspectos más que hablaban de largo sobre la comodidad generalizada que se ganaron los jugadores de Barcelona, mientras el equipo habitó en Quito, claro está, a juicio del defensa  Perlaza.

Me detuve a recordar cuál fue el último partido de eliminatorias que jugó la selección ecuatoriana de fútbol fuera de Quito..., fue contra Bolivia, en 1997, hace 14 años. Punto de aclaración vital, acá interviene el factor fisiológico; indudablemente.

Con la Copa Davis en los últimos años también se pueden tantear algunas causas. Repentinamente se alternó la sede eterna de Guayaquil. Después de 38 años y 31 series jugando el torneo en esa ciudad, en 1999 se lo disputó en Salinas.  Entonces se alcanzaron instancias a series importantes de grupo mundial y algunas de ellas son trasladadas a (...), ¿ya saben?... Quito.

En 43 años compitiendo en  este certamen nunca se había ido a Quito, pero desde el 2003, tres de las últimas series que Ecuador jugó de local, fueron en la capital.

Andrés Gómez y su grupo organizador decidieron llevar el partido de exhibición frente a Jim Courier a Quito. A  los 20 años de haber ganado el  Roland Garros;  la sede elegida fue la ciudad Luz de América. Hace no menos de una semana, el público  capitalino disfrutó, una vez más, de un partido del “Zurdo de Oro”, esta vez el rival fue Ivan Lendl.

Los challengers de tenis, que organiza Fabricio Valdiviezo desde 1995, han tenido como sede fija  Quito y Salinas, con el tiempo se incorporaron Cuenca y Manta.

En la cuidad capital se los realiza desde hace 16 años, con éxito, normalidad y constante presencia de aficionados.

Y podríamos hablar de largo sobre los espectáculos artísticos, cuyos organizadores prefieren montarlos solo  por Quito.

En ese aspecto, la ventaja que lleva la capital es gigantesca. Allá hay factores fisiológicos que favorecen en lo deportivo, la parte adquisitiva juega un rol preponderante para los que eligen llevar sus shows a esta ciudad, pero ante todo es un público que no falla, que responde.

Quito ganó hace rato la concesión de todos estos y muchos otros eventos. Lo merece, lo demostró, duélale a quien le duela.