El patinaje azuayo se toma Quito en jornada inicial
La lluvia que se registró la noche anterior en Quito generó demora ayer en el inicio de las pruebas de patinaje del Campeonato Nacional de menores que se cumplirá hasta mañana en el patinódromo de Concentración Deportiva de Pichincha (CDP), atrás el estadio Atahualpa.
Empleados de CDP con trapeadores tuvieron que secar y dejar sin agua la pista para el normal desarrollo de las pruebas. Los competidores también colaboraron al ingresar al calentamiento.
El frío que a las 09:00 aún se sentía en la capital ecuatoriana obligó a los deportistas a portar cobijas y refugiarse en carpas, mientras esperaban el inicio de las pruebas. Otros prefirieron jugar cartas y tomar alguna bebida caliente.
Para no mojarse con la humedad de las tribunas, algunas delegaciones usaron esponjas para sentarse.
Solo los contagiantes acordes del reggaeton pudieron alentar el ánimo de los competidores, que aguardaron 75 minutos para que arranquen las pruebas. Entre tanto, unos tenues rayos solares se abrían paso entre nubes para calentar el ambiente capitalino.
Solo en ese momento los patinadores dejaron los calentadores para lucir sus mallas e iniciar el reconocimiento del circuito de competencia. Después tuvieron la grata visita de su colega, y de momento el máximo exponente de esta disciplina, el medallista de oro panamericano en Guadalajara, Jorge Bolaños. Él fue el encargado de inaugurar oficialmente el evento.
“Solo deseo que sepan que al igual que ustedes yo estuve en este tipo de competencias y en éstas me formé. Si yo pude lograr un gran título como lo de México, ustedes también lo pueden y van hacerlo con el trabajo”, alentó “Jota”, como lo tratan con cariño.
Después de esas palabras arrancó la prueba inicial. En los 300 metros contra reloj, el azuayo Adrián Álvarez, con 14 años fue el vencedor al registrar 28”64. Con eso se llevó el oro para su provincia. El segundo lugar fue para el imbabureño Francisco León, con 29”02. En la tercera posición se ubicó el pichinchano Jonathan Obando, con 29”08.
Con eso el patinador azuayo aumentó un peso más en el cajón que tiene ya repleto de preseas en su natal Cuenca. Ahí, dice, prevalece la dorada. Y eso lo demostró horas más tarde cuando participó en combinados donde también volvió a colgarse el oro.
Así su provincia queda con serias posibilidades de ser vencedora de este torneo. Al cierre de esta edición se desarrollaba la final de baterías en la que Álvarez también participaba.
En esta disciplina intervienen siete provincias: El Oro, Imbabura, Guayas, Pichincha, Azuay, Loja y Carchi.
El “Chino”, como todos sus compañeros lo llaman, mostró gran habilidad para imponerse en la velocidad. Durante el trayecto tuvo el apoyo incesante de su madre Flor Urgilés, quien le acompaña en todas las competencias.
Gritó y aplaudió el desempeño del joven, que es su único hijo y el que ingresó al mundo de los patines hace siete años tras pasar por otras disciplinas.
“Él tiene un problema en los bronquios, por lo que debía practicar un deporte y aunque fue obligado al patinaje, después ya no quiso salir”, comenta con emoción doña Flor.
Adrián dedica alrededor de tres horas diarias a la práctica de esta disciplina en los 7 días de la semana. “No puedo descansar, porque debo perfeccionar y mejorar mi nivel”, aduce el deportista. Pese a eso dice que es buen alumno. Sabe combinar las obligaciones educativas con su afición por las ruedas.
En los pocos momentos que tiene de esparcimiento prefiere el cine. Las películas de estreno son siempre sus preferidas, sin importar el género. Es un amante del pastel de limón que él mismo prepara. Su madre lo consiente con el caldo de bolas de verde, llapingachos y lasaña. (VNH)